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La herencia maldita de los perros de Chernóbil

1995

Chernóbil, Ucrania, extinta Unión Soviética. 26 de abril de 1986, 1:23 am: el reactor número 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, más conocida como Central de Chernóbil, salta por los aires.

El avance descontrolado de la reacción en cadena del uranio llevó la temperatura del reactor nuclear a niveles insoportables, provocando una explosión, seguida de incendio. El blindaje del reactor no soportó y el material radiactivo escapó a la atmósfera formando una gigante y letal nube radioactiva.

Treinta y tres años después del más grave accidente nuclear de la historia, una miniserie de HBO recuenta el suceso y expone el drama de hombres y mujeres que vivieron la terrible experiencia.

La popularidad de la serie no para de crecer y, de acuerdo con la puntuación de los telespectadores en la base de datos de series y películas IMDB, los cinco capítulos de “Chernobyl” han destronado en poco tiempo a las afamadas Breaking Bad y Game of Thrones.

En la exitosa miniserie aparecen tres “aniquiladores” de animales que recorren las calles evacuadas de la ciudad de Prípiat – la más afectada por la fuga radioactiva- a la caza de animales domésticos para sacrificarlos y enterrarlos, con el propósito de impedir la propagación de la contaminación.

Pero lo cierto es que, ni la radiación se pudo controlar, ni los animales de las ciudades, aldeas y bosques aledaños pudieron ser exterminados completamente. Muchos lograron escapar a ese destino y sus descendientes deambulan hoy por los alrededores de la desactivada central nuclear en busca de comida.

Herencia radioactiva
Las sucesivas generaciones de animales expuestos a radiación aún llevan consigo restos de partículas radioactivas.

CHORNOBYL, UKRAINE – AUGUST 18: Stray dogs hang out near an abandoned, partially-completed cooling tower at the Chernobyl nuclear power plant on August 18, 2017 near Chornobyl, Ukraine. An estimated 900 stray dogs live in the exclusion zone, many of them likely the descendants of dogs left behind following the mass evacuation of residents in the aftermath of the 1986 nuclear disaster at Chernobyl. Volunteers, including veterinarians and radiation experts from around the world, are participating in an initiative called The Dogs of Chernobyl, launched by the non-profit Clean Futures Fund. Participants capture the dogs, study their radiation exposure, vaccinate them against parasites and diseases including rabies, tag the dogs and release them again into the exclusion zone. Some dogs are also being outfitted with special collars equipped with radiation sensors and GPS receivers in order to map radiation levels across the zone.

En los alrededores del área de exclusión de Chernóbil habitan casi un millar de perros callejeros que llegan traídos por la afluencia de los humanos: habitantes de la zona, investigadores y miles de obreros que trabajan en la construcción de las camadas de blindaje que se han colocado alrededor del reactor, la última de ellas conocida como el sarcófago.

Recientemente, la zona ha visto un incremento del número de turistas, llevados por agencias autorizadas.

Los especialistas recomiendan no tocar a los perros y de ser posible no acercárseles. Además de las enfermedades comunes a los animales abandonados, pueden portar partículas radioactivas en su pelaje pues resulta imposible controlar hacia dónde se desplazan, más allá de los sectores considerados seguros, y su pelo entra en contacto con el suelo, la hierba y otros ambientes aún contaminados.

Sin embargo, es necesario acotar que diferentes estudios realizados por instituciones internacionales, independientes y gubernamentales, como la Agencia para la Energía Nuclear, el Comité Científico de Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica, el Fórum de Chernóbil y Greenpeace, divergen sobre las secuelas reales de la catástrofe en la salud humana y animal.

A los efectos de la radiación liberada tras la explosión se le adjudica principalmente el aumento de diversos tipos de cáncer, principalmente de tiroides y leucemia, el incremento de cataratas y de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los informes son unánimes en descartar mutaciones genéticas en descendientes de personas expuestas a la radiación o disminución de la fertilidad.

Fuente: Yahoo noticias