La injustificada violencia de género hacia Celia Rivas

La violencia de género es algo que en nuestros días creí estaba erradicado. Digo, si se supone vivimos en un estado de democracia donde el respeto a la dignidad es de entrada y de “cajón”. Pero veo que no. Me llama mucho la atención la violencia que se dio y sigue en las redes sociales y en algunos medios hacia Celia Rivas Rodríguez, Líder del Congreso del Estado, tras la discusión de la modificación a la Ley del Transporte Público en Yucatán.

Nada justifica esa violencia de género que vive Celia, sobre todo porque somos una sociedad, que reitero, se supone es madura para dialogar los temas importantes de nuestros tiempos. Y cuando digo que es “madura”, me refiero a que es capaz de discutir sin gritos, sin insultos, sin agresiones, sin virulencias, sin violencia y al final, llegar a un acuerdo o acuerdos, aunque, se pierda en la votación final.

Es evidente que un sector de yucatecos desata su virulencia en las redes sociales de forma por demás vandálica. Nada insisto, justifica esa violencia.

Creo sin temor a equivocarme que están mal quienes consideran que están bien los que se conducen con esa actitud tan vulgar y soez. Están mal también quienes celebran que otros lo hagan.

Celia Rivas en todo caso es culpable de hacer su labor y de hacerlo de forma responsable y muy profesional. No se le puede culpar de otra cosa.

En un debate político, todos tienen derecho a presentar sus argumentos. En este caso, Celia no hizo otra cosa que respetar las normas y el clima de paz para que la discusión de los temas se dieran sin problema alguno. El tema Uber calentó los ánimos y es precisamente la conducta responsable de Celia la que le permitió al Congreso legislar sin problemas al respecto. De hecho Celia evitó problema alguno al mantenerse firme en su postura de no convertir en arena de lucha libre la sesión plenaria donde se aprobó la referida Ley.

Raúl Paz Alonzo, coordinador de los diputados del PAN en el Congreso, no entendió que con la decisión de Celia Rivas de no autorizar el ingreso de los seguidores de Uber, protegió a los diputados de posibles agresiones, lo cual estaría lamentando mucho el propio Paz Alonzo. Es mucho pedirle al panista que entienda cuando lo que busca son reflectores para desde allí buscar la gubernatura o la alcaldía de Mérida, de perdis.
En fin, estoy convencido de que Celia Rivas se ha fortalecido en medio de tanta violencia. Así lo han reconocido sus propios compañeros, hasta los que en algún momento celebraron que le dieran tremenda sacudida en medios y en las redes.