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La justicia es posible y es fundamental para la paz y el desarrollo, dice el presidente de la CPI

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Una de las instituciones que encarna esa cooperación es la Corte Penal Internacional, que investiga y juzga a las personas en relación con el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el crimen de agresión, y pone en práctica en su trabajo cotidiano el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 de las Naciones Unidas, Paz y Justicia. Noticias ONU preguntó al Magistrado Eboe-Osuji si la paz y la justicia duraderas son objetivos realistas en el mundo actual.

 ¿En qué manera apoya el trabajo de la Corte el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16? ¿Cómo colabora a la creación del “futuro que deseamos”?

 La Corte contribuye al “futuro que deseamos” ocupándose de crímenes que constituyen amenazas para la paz, la seguridad y el bienestar mundiales: el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el crimen de agresión. Nos esforzamos por lograr un mundo en el que ya no se tolere que esos crímenes atroces se cometan con impunidad.

  Al colaborar en la disuasión de los crímenes atroces, la Corte contribuye a la reducción de la violencia y las muertes que esta causa; esa es la primera meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16. Al exigir responsabilidades cuando los sistemas de justicia nacionales no pueden hacerlo, la Corte afianza el principio del estado de derecho y brinda a las víctimas acceso a la justicia; estas son metas clave del Objetivo 16. El sistema de la Corte alienta la creación de capacidades en las instituciones judiciales nacionales, otra meta de ese Objetivo.

  ¿Es importante la justicia para la paz y el desarrollo sostenible? ¿Cuál es el vínculo que las une?

 La Corte aporta un valor muy directo para el desarrollo socioeconómico, puesto que procura disuadir de los conflictos armados y las atrocidades a las que estos dan lugar. Sin justicia, los conflictos, las atrocidades y el miedo camparían por sus respetos.

 En términos concretos: ¿cómo se puede lograr el éxito en el desarrollo socioeconómico, si los agricultores no pueden acceder a sus campos porque se están realizando operaciones militares, o debido a la presencia de minas terrestres?  ¿o si los empresarios no pueden hacer negocios debido a la destrucción de las infraestructuras económicas? ¿o si los niños no pueden ir a la escuela? ¿o si se despilfarran unos recursos valiosos en las armas, en lugar de invertirlos en la educación y la asistencia sanitaria? ¿ o si los inversores temen invertir debido a los conflictos y la inestabilidad?¿ o si se da muerte a las personas, o estas han de vivir con las consecuencias de lesiones y traumas?¿o si las mejores mentes de la nación se ven obligadas a huir en busca de una vida más segura en otro lugar? ¿o si los países tienen que luchar para afrontar los flujos de refugiados que huyen de unas guerras que se libran en los países vecinos?

 No se puede desatacar lo suficiente el efecto devastador de las guerras en el desarrollo económico. Según un estudio publicado en 2011 por el Banco Mundial, el costo medio de la guerra civil es equivalente a más de 30 años de crecimiento del PIB para una economía en desarrollo de tamaño medio, y los niveles de comercio tardan 20 años en recuperarse tras grandes episodios de violencia.

  ¿Qué efecto produce la Corte en las vidas de las personas? ¿y en una escala mundial más amplia?

 Donde los efectos son más tangibles es en las comunidades afectadas. La Corte ha brindado a la víctimas oportunidades sin precedentes de acceso a la justicia, que es uno de los elementos fundamentales del Objetivo 16. Las víctimas obtienen asistencia legal gratuita, y tienen derecho a solicitar reparaciones por los perjuicios que han sufrido. Esta atención a la justicia restaurativa es una señal de identidad de las actuaciones de la Corte, cuyo Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas está ejecutando en la actualidad las órdenes judiciales iniciales de la Corte en materia de reparaciones. Además, por medio de sus programas de asistencia el Fondo ha brindado rehabilitación física y psicológica, además de apoyo socioeconómico, a cerca de medio millón de víctimas.

 En términos mundiales, la Corte ha debilitado las garras de la tiranía en nuestros tiempos. Los opresores ya no pueden estar seguros de poder gozar de libertad total y absoluta respecto de su responsabilidad por las crueldades que cometen. En la actualidad, las víctimas cuentan con un lugar al que pueden recurrir con la esperanza de obtener justicia; y los opresores siempre habrán de preocuparse por lo que la Corte pueda hacer, antes o después. 

 Otro efecto considerable de la Corte en su incidencia en los sistemas legales nacionales. Un gran número de Estados parte en el Estatuto de Roma han modificado sus legislaciones nacionales con el fin de permitir que sus propios tribunales enjuicien los casos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

 ¿Cuáles son los mayores retos con los que se enfrenta la Corte?

 Uno de los mayores retos es el hecho de que no todos los Estados son parte. Si bien aproximadamente dos tercios de los Estados soberanos mundiales lo son, unos 70 Estados miembros de las Naciones Unidas aún no se han sumado al Estatuto de Roma ni se han comprometido a cooperar con la Corte. Sin embargo, resulta aún más preocupante el hecho de que algunos Estados parte estén socavando activamente el trabajo de la Corte, el caso más reciente es el  de Estados Unidos, que ha utilizado medidas draconianas contra la Corte y su personal, entre ellas la presión económica, con miras a ejercer su influencia en las acciones de nuestra institución. Esta situación es totalmente inaceptable, y se tiene que acabar. Estoy agradecido por el firme apoyo que nos brindan ante estos ataques nuestros Estados parte, las organizaciones regionales, las asociaciones profesionales, la sociedad civil y los ciudadanos, entre ellos ciudadanos estadounidenses.

 ¿Qué pueden hacer los particulares para dar su apoyo a la Corte y al Objetivo de Desarrollo Sostenible 16?  ¿Qué medidas podemos tomar para causar un impacto real?

 Todos pueden dar su apoyo a la Corte ejerciendo presión democrática sobre sus gobiernos para que éstos la apoyen. Si su país aún no se ha unido al Estatuto de Roma, se pueden movilizar para instar a su gobierno a que lo haga, y por ese medio dé mayor fuerza a la justicia internacional. Las particulares también pueden contribuir mediante la sensibilización respecto de la Corte, por ejemplo, en los medios sociales. Pueden también hacer donativos al Fondo Fiduciario de la Corte en beneficio de las víctimas. 

 Si actuamos unidos contra la impunidad respecto de los crímenes atroces, entre todos podemos crear un mundo más justo.

 

 

 

 

Boletín de prensa de la ONU