Ciudad de México, 06 abril 2018.- Josefa González Blanco Ortíz Mena propuesta por Andrés Manuel López Obrador, para ser titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales, alertó que la Ley de Biodiversidad es un complemento de la mal llamada reforma energética, ya que consiste en lucrar con lo que le pertenece a la nación, que son los recursos naturales como es el petróleo. La nueva modalidad de fracking, práctica que está prohibida en otros países por su alto grado contaminante, es permitida por los gobiernos en este país que no representan al Pueblo, sino a los intereses económicos.
La minuta que está por aprobarse en la Cámara de Diputados relativa a la Ley de Biodiversidad, además de violar el proceso legislativo por no haber sido lo suficientemente discutida y estudiada, es violatoria a los tratados internacionales de los que México es firmante, como el 169 de la OIT y el derecho a la consulta y al consentimiento libre previo e informado.
Josefa Ortíz asegura que, por su relevancia y trascendencia en el país, la Ley de Biodiversidad debe ser analizada y discutida por la sociedad en general, asociaciones civiles y los Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas del país, ya que al haberse aprobado en Comisiones en “Fast Track” es muestra de la urgencia del Gobierno Federal y su extensión en la Cámara de Diputados conformado por el Partido Verde y el PRI, por comercializar la vida y los conocimientos ancestrales.
“Peña Nieto no conforme con vender los bienes materiales de la nación, intenta darle el último golpe al país rematando los saberes ancestrales de los Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, que tienen que ver con medicina tradicional y las zonas naturales protegidas, con valor histórico y espiritual, que han sido preservadas de generación en generación como defensa ante el neoliberalismo rapaz”.
Esta reforma, como sello del gobierno, afecta a los pobres y más desprotegidos de la nación, pone por delante los intereses económicos de unos pocos a costa del despojo y saqueo de las mayorías sociales.
