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La ONU pide justicia por la brutalidad policial en Nigeria

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El portavoz de las Naciones Unidas reiteró este jueves el llamado del Secretario General a las fuerzas de seguridad de Nigeria a que ejerzan máxima moderación durante las protestas sociales que se llevan a cabo en el país.

António Guterres aseguró esta semana que está siguiendo de cerca los acontecimientos recientes en el país, a raíz de los informes de que los manifestantes fueron heridos y asesinados a tiros, y pidió “el fin de los abusos y brutalidad policial denunciados”.

“El Secretario General ha sido muy claro, hemos llamado a que las protestas sean pacíficas, hemos ofrecido al gobierno nuestro apoyo para posibles reformas policiales y otros asuntos, y hemos pedido que aquellos responsables por abusos o violaciones de derechos humanos sean llevados ante la justicia”, recalcó Stéphane Dujarric en su encuentro diario con la prensa.

Guterres condenó el miércoles la escalada violenta del 20 de octubre en Lagos, que resultó en múltiples muertes y causó muchos heridos. Según testigos, las fuerzas de seguridad nigerianas abrieron fuego el martes por la noche en la ciudad más grande de África, mientras continuaban las protestas por una unidad policial ahora disuelta y desacreditada, conocida como el Escuadrón Especial Antirrobo o SARS.

El gobierno se ha comprometido a llevar a cabo más reformas policiales y a mejorar la rendición de cuentas de la policía.

Un toque de queda se impuso en Lagos y otras partes del país, con informes de que las tensiones continuaron, con policías en toda la ciudad disparando al aire, en un esfuerzo por dispersar a los manifestantes que desafiaban la orden de no salir a la calle.

Guterres expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.

Ataques preocupantes

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también condenó enérgicamente el miércoles la fuerza excesiva y desproporcionada de las fuerzas armadas nigerianas en Lagos, en un comunicado emitido por su oficina.

Bachelet hizo un llamado a las autoridades para que tomen medidas urgentes para abordar de manera decisiva el problema subyacente de las violaciones persistentes cometidas por las fuerzas de seguridad y para que hagan un esfuerzo mucho mayor por llevar ante la justicia a los elementos de la policía y el ejército culpables de crímenes contra civiles.

“Si bien el número de víctimas del tiroteo en la plaza de peaje de Lekki en Lagos todavía no está claro, hay pocas dudas de que este fue un caso de uso excesivo de la fuerza, que resultó en homicidios ilegítimos con munición real por parte de las fuerzas armadas nigerianas“, expresó Bachelet.

Agregó que los informes de que las cámaras de circuito cerrado de televisión y la iluminación se desactivaron deliberadamente antes del tiroteo son aún más inquietantes ya que, si se confirman, sugieren que este ataque deplorable contra manifestantes pacíficos fue premeditado, planeado y coordinado.

Una sociedad que ya estaba por explotar

La Alta Comisionada señaló que el país “ya estaba en un punto de ebullición” antes del tiroteo debido a las revelaciones sobre años de violencia desenfrenada, incluidos presuntos asesinatos, violaciones, extorsiones y otras violaciones, por parte de la Brigada Especial Antirrobo.

“Si bien las autoridades ya disolvieron el SARS y anunciaron una serie de investigaciones tanto a nivel federal como estatal, todavía se han presentado pocos o ningún cargo contra sus miembros a pesar de las abundantes pruebas contra varios miembros del escuadrón, así como contra miembros de otras fuerzas de seguridad y el ejército”, apuntó.

Bachelet afirmó que las continuas protestas son evidencia de que hasta el momento no hay confianza pública en la respuesta de las autoridades.

“Aprecio que el gobierno haya tomado una serie de medidas para atender las demandas de los manifestantes. Sin embargo, la creación inmediata de otro equipo SWAT de policía de élite para reemplazar al SARS, sin abordar primero algunas de las causas fundamentales de la violencia policial y sin establecer suficientes salvaguardias para prevenir futuras violaciones, ha erosionado la confianza del público aún más. Este último suceso terrible en Lagos es como echar leña a un fuego que ya estaba empezando a arder fuera de control”, señaló.

Se necesitan pasos concretos e inmediatos

La Alta Comisionada pidió a las autoridades tomar medidas concretas de inmediato para demostrar que están genuinamente comprometidas con la lucha contra la impunidad, después de años de inacción.

“Es necesario que se lleven a cabo investigaciones inmediatas, independientes, transparentes y exhaustivas, no solo de los asesinatos recientes, sino también de todas las violaciones anteriores cometidas por las fuerzas de seguridad … Los nombrados para llevar a cabo esas investigaciones no solo deben ser independientes e imparciales, sino ser ampliamente percibidos como tal. Y, cuando ya exista suficiente evidencia para justificar cargos, la suspensión inmediata de los oficiales, incluidos los oficiales superiores, sospechosos de cometer delitos graves, debe tener lugar mucho antes de que concluyan dichas investigaciones”, acotó.

Para Bachelet, se trata del momento para realizar un examen  de raíz de todo el sector de la seguridad y de su supervisión civil

“Esto debería incluir una revisión a gran escala de las reglas de participación y los sistemas y métodos de capacitación”, dijo.

La Alta Comisionada también pidió que se investiguen de inmediato los informes de ataques violentos y provocadoeres contra manifestantes pacíficos por parte de grupos no identificados armados con garrotes, cuchillos, palos o pistolas, en algunos casos aparentemente con el respaldo manifiesto de la policía u otras fuerzas de seguridad.

El derecho a protestar

“Los nigerianos, como todos los demás, tienen el derecho fundamental de reunirse y protestar pacíficamente”, enfatizó Bachelet. “El gobierno tiene la responsabilidad de tomar medidas positivas para garantizar la realización de este derecho, incluida la disuasión de otros que pretenden evitar que protesten pacíficamente. La atención del mundo se centra ahora drásticamente en cómo reaccionarán el gobierno y las fuerzas de seguridad de Nigeria durante los próximos días y semanas“.

En una población con una edad promedio tan joven como la hay en Nigeria, es importante escuchar las quejas de la nueva generación y hacer un esfuerzo para abordar los múltiples problemas que enfrentan, que incluyen, pero están lejos de limitarse a la brutalidad policial y las violaciones, concluyó la Alta Comisionada.

 

 

 

 

Boletín de prensa de la ONU