El “Presidente (AMLO), con mucho respeto, pero sí necesitamos de usted” de Lila Frías, Sria. Gral. del CDE del PRI.
Sí así fue. Cuando Lila Frías se acercó a la camioneta del Presidente Andrés Manuel López Obrador, haciendo comparsa a Fancisco Torres “Pumba”, le soltó esa expresión que sonó a súplica.
Tal vez a la Diputada estatal nadie le ha explicado que ser oposición requiere de cierto grado de firmeza en la postura. Y es que, apenas el pasado día 1 de septiembre, la dirigencia del CDE del PRI y la del CEN, ofrecieron rueda de prensa para criticar severamente la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
No vacilaron en criticar los recortes presupuestales, explicaron el “grave” daño que esto ocasionará a la economía estatal y nacional.
Pues bien, había llegado la hora de encarar al mandatario de México y decirle de frente todo lo que pensaban de él. Acercarse a la camioneta de por sí ya es de un nivel denigrante, pues no estaban en la agenda del Presidente, de hecho, no habían terminado de exponer su súplica, cuando un alcalde le pidió la foto a AMLO y éste aprovechó para darles la exhibida completa.
A Lila Frías alguien le debe enseñar que así no se hace política de altura. Acercarse fue correcto, sobre todo cuando te desprecian politicamente de forma patente, pero si te vas a acercar a “suplicar”, mejor no te expongas. Seguro que Lila estaba nerviosa, pero nunca los nervios te deben traicionar.
Cuando AMLO les clavó la mirada, tanto “Pumba” Torres como Lila no supieron qué decirle. Solo suplicaron.
¿Pero, qué es lo que suplican?. Dinero. Sí, efectivamente. Dinero para los municipios, para las obras, etcétera. ¿Se acordaron de los miles de despedidos que lleva el gobierno federal y del estado que son militantes del PRI?. ¿Se acordaron de las violaciones a los Derechos Humanos que se generan en la entidad con la complacencia de la CODHEY?. ¿Se acordaron de las injusticias que están padeciendo los profesores de Yucatán por las arbitrariedades de la SEP?. No, eso les valió un “pepino y cacahuate”.
El “Sí necesitamos de usted” de Lila Frías quedará en la memoria de los estudiosos de la política yucateca, como un acto de súplica al “Tata Presidente”. ¿Cuándo se ha visto que un opositor le suplique ayuda al gobernante?.
Ser opositor es ser de una sola pieza, no suplicar, sino exigir. Con argumentos y claro, con respeto. Diferente hubiera sido si Lila Frías y “Pumba” Torres hubieran dicho algo así: “Señor Presidente, con todo respeto, no estamos de acuerdo con los recortes presupuestales que ha decidido realizar al estado, porque esto afecta el desarrollo municipal, el PRI gobierna a 50 municipios, que representan al 50% de la población… y agregar: “tampoco estamos de acuerdo con la violación a los derechos laborales de los trabajadores despedidos injustificadamente del gobierno tanto federal como estatal, ni con las violaciones a los Derechos Humanos, así sucesivamente…
Hubiera sido bonito y heroico, digno por demás, terminar “Presidente, queremos sumar esfuerzos, porque le apostamos al desarrollo nacional y al del estado, pero exigimos que se ponga un freno a tanta arbitrariedad y abuso…”.
Hubiera sido lindo, de verdad.
Pero lo que hicieron solo generó pena ajena.
El PRI tieen una dirigencia que en vez de defender y exigir como lo hace la verdadera oposición, suplicó y se puso de rodillas.
Advertencia. Oposición significa oponerse, ser contrapeso. No confundir con ser cómplice. Cuando un político opositor le antopone el calificativo de “responsable”, significa que se postrará y será cómplice a cambio de algo. En este caso, por la petición en sobre cerrado, se ve que es dinero. Para obras. ¿Y de qué vive el constructor?, claro, de obras.
