Inicio Noticias Internacional La tecnología no debe agrandar la desigualdad, advierte República Dominicana

La tecnología no debe agrandar la desigualdad, advierte República Dominicana

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“En pocos años, los nuevos marginados, los nuevos pobres, quizás no sean ya aquellos que no tengan alimentos o viviendas (…) Es posible que los nuevos excluidos sean quienes no tengan acceso al conocimiento, a internet, a las nuevas tecnologías”, ha asegurado este jueves el ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana ante la Asamblea General.

 

Esos excluidos, por tanto, enfrentaran cada vez más, dificultades para insertarse en el mercado laboral. Los cambios tecnológicos, según dicen algunos estudios, podrían hacer desaparecer el 50% de los empleos en 20 años, indicó Miguel Vargas.

 

“El 50% … Eso puede poner en jaque todos los avances que el Gobierno dominicano ha logrado” en el avance contra el hambre, la pobreza y la violencia, sentenció.

 

Para el ministro, las tecnologías transforman la manera en que nos relacionamos con el mundo y establecen grandes diferencias entre los países más insertados en esta nueva era y los que no lo están.

 

Tecnologías que agrandan la brecha entre países ricos y pobres

Vargas ofreció un dato: mientras en los países más desarrollados, el 80% de la gente tiene conexión a internet, en los menos desarrollados solo la tiene el 20%: “Y yo les pregunto: ¿Qué posibilidades de competir van a tener esos países en la nueva economía de la cuarta revolución industrial?”

 

La pregunta más urgente es saber si esa transformación contribuirá a cerrar las brechas de inclusión o, por el contrario, ampliara aún más las distancias entre ricos y pobres, dijo Vargas, quien añadió que las “perspectivas distan de ser halagüeñas”, basado en los estudios de los expertos.

 

Según el mandatario, las tecnologías transforman la manera en que nos relacionamos con el mundo y “establecen grandes diferencias entre los países más insertados en esta nueva era y los que no lo están”.

 

El ministro indicó que entonces que más allá de que la revolución tecnológica desemboque en la creación o desaparición de empleos, lo previsible en las condiciones actuales, es que se amplíe la distancia entre aquellos que estén preparados para ocupar los empleos del futuro y los que no.

 

“Por eso, hacemos un llamado urgente ante esta Asamblea, para evitar el rumbo hacia la desigualdad que parece estar tomando el modelo de desarrollo tecnológico”, concluyó.eno

“En pocos años, los nuevos marginados, los nuevos pobres, quizás no sean ya aquellos que no tengan alimentos o viviendas (…) Es posible que los nuevos excluidos sean quienes no tengan acceso al conocimiento, a internet, a las nuevas tecnologías”, ha asegurado este jueves el ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana ante la Asamblea General.

 

Esos excluidos, por tanto, enfrentaran cada vez más, dificultades para insertarse en el mercado laboral. Los cambios tecnológicos, según dicen algunos estudios, podrían hacer desaparecer el 50% de los empleos en 20 años, indicó Miguel Vargas.

 

“El 50% … Eso puede poner en jaque todos los avances que el Gobierno dominicano ha logrado” en el avance contra el hambre, la pobreza y la violencia, sentenció.

 

Para el ministro, las tecnologías transforman la manera en que nos relacionamos con el mundo y establecen grandes diferencias entre los países más insertados en esta nueva era y los que no lo están.

 

Tecnologías que agrandan la brecha entre países ricos y pobres

Vargas ofreció un dato: mientras en los países más desarrollados, el 80% de la gente tiene conexión a internet, en los menos desarrollados solo la tiene el 20%: “Y yo les pregunto: ¿Qué posibilidades de competir van a tener esos países en la nueva economía de la cuarta revolución industrial?”

 

La pregunta más urgente es saber si esa transformación contribuirá a cerrar las brechas de inclusión o, por el contrario, ampliara aún más las distancias entre ricos y pobres, dijo Vargas, quien añadió que las “perspectivas distan de ser halagüeñas”, basado en los estudios de los expertos.

 

Según el mandatario, las tecnologías transforman la manera en que nos relacionamos con el mundo y “establecen grandes diferencias entre los países más insertados en esta nueva era y los que no lo están”.

 

El ministro indicó que entonces que más allá de que la revolución tecnológica desemboque en la creación o desaparición de empleos, lo previsible en las condiciones actuales, es que se amplíe la distancia entre aquellos que estén preparados para ocupar los empleos del futuro y los que no.

 

“Por eso, hacemos un llamado urgente ante esta Asamblea, para evitar el rumbo hacia la desigualdad que parece estar tomando el modelo de desarrollo tecnológico”, concluyó.

 

 

Boletín de prensa de la ONU