La UADY no deja de sorprender por su falta de compromiso social. En días pasados se ordenó desde las más altas esferas (entiéndase el rector, su abogado general, y el de desarrollo institucional) el cierre de un CENDI que tiene a su cargo donde unos 40 niños con diversos trastornos psicológicos como asperger y autismo son tratados diariamente.
El funcionamiento de este CENDI, se ha valuado en 200 mil pesos anuales, lo que puede sonar a una cantidad fuerte para la UADY, pero no lo es, ya que se trata de una institución que despilfarra recursos por todos lados. De hecho, hay varios lugares de donde pudieran salir esos recursos eliminando proyectos o cancelando algunos puestos.
Por ejemplo. La UADY tiene dinero para despilfarrar en un Centro de Investigaciones en Derechos Humanos que gasta 500,000 pesos en promedio anualmente y carece de productividad alguna, y además a cargo de una bachiller de nombre Ángeles de la Cruz. Centro que no produce ni genera nada, y solo tiene a personal cobrando nómina.
Tiene el dinero para gastar en personajes que dobletean sueldo como el Dr. Geofredo Angulo López o o Maria Teresa Vázquez Baqueiro con doble nómina, tanto en UADY como en la CODHEY. UADY le paga al primero 250,000 al año a la 2ª unos 60,000. Tiene el dinero para tener en nómina a hijos, amigos y parentela (el hijo del rector por ejemplo encargado de la librería universitaria) o la hija del secretario administrativo de la Facultad de Derecho de la UADY (Lilia Rivero) o la hija del Director de la Facultad de Medicina Kathey Storey contratadas en la Facultad de Derecho. Todo esto solapado por directores como Carlos Macedonio Hernández, quien solapa el nepotismo en su propia institución.
Tiene a directores de área y de departamentos que se la pasan de viaje con cargo a la UADY, como son los Carlos Estrada, Andrés Aluja, Carlos Echazarreta, José Luís Villamil, quienes acompañan al rector a sus giras faraónicas o están de paseo académico en España, Francia, Alemania, etc como Javier Becerril. O el de José Luís Vargs Aguilar quien “custodia” un acervo universitario, oficina donde está solo él y su alma sin ninguna actividad.
La próxima vez que estos personajes, Ángeles de la Cruz, Liliana Rivero, Geofredo Angulo, María Teresa Vázquez, cobren sus nóminas, tendrán las manos manchadas ya que habrá sido a costa del desarrollo de niños autistas, con hiperactividad o problemas psicomotrices.
La UADY tiene dinero para despilfarrar cuando quiere. Pero en este caso, la corrupción, el nepotismo, la corrupción y la irresponsabilidad social afectan a más de 40 inocentes niños. Cancelen las plazas, cambien a los directores y habrían esos ahorros.
En este caso, la UADY ha tocado fondo, ha mostrado el cobre, ha mostrado que la responsabilidad social es solo un título vacío colgado en una pared al igual que la salud y educación de 40 niños.
P.d. Tampoco deja de llamar la atención que los maestros e investigadores de psicología, no han metido ni meterán las manos por el gran miedo que sienten al rector y a protestar. No es de obviar que los propios maestros e investigadores de Psicología se sirvieron de este CENDI por años para sus estudios e investigaciones.
