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La violencia sexual en conflictos es “una mancha” para toda la humanidad

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La violencia sexual en conflictos representa una “amenaza a nuestra seguridad colectiva” y una “mancha para toda la humanidad “, dijo el miércoles el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su mensaje conmemorativo del Día Internacional de la Eliminación de esa lacra

Guterres calificó este flagelo como una “táctica de guerra, para aterrorizar a la gente y desestabilizar las sociedades”, subrayó que sus efectos pueden repercutir en las generaciones a través del trauma, el estigma, la pobreza, los problemas de salud a largo plazo y los embarazos no deseados. Instó a escuchar a los supervivientes y a reconocer sus necesidades.

Indicó que la mayoría de las afectadas son mujeres y niñas, pero que también incluye a hombres y niños, que “solicitan nuestro apoyo para acceder a servicios de salud, justicia y reparación que salvan vidas”, explicó.

La conmemoración también sirve para honrar a las personas que “trabajan en primera línea”, declaró el máximo responsable de la ONU, “ayudando directamente a las víctimas a reconstruir sus vidas”.

“En nuestra respuesta mundial debemos actuar de manera más concertada para garantizar que quienes cometen actos de violencia sexual rindan cuentas de ellos y para corregir la desigualdad de género que alimenta esas atrocidades”, subrayó Guterres quien demandó una acción conjunta en la que se reemplace” la impunidad por la justicia y la indiferencia por la acción”.

Grave violación de los derechos humanos

Por su parte, la representante especial de la ONU sobre la Violencia Sexual en los Conflictos, Pramila Patten, y la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, destacaron en un comunicado conjunto que la violencia sexual en los conflictos constituye “una grave violación de los derechos humanos con devastadoras consecuencias físicas, psicológicas y sociales” que “impiden el desarrollo económico, la cohesión social y la paz y la seguridad sostenibles”.

Ambas recordaron que “la violencia sexual es un delito prevenible, no es inevitable”, sostuvieron, y afirmaron que por ese motivo las Naciones Unidas y la Unión Europea se comprometieron a intensificar su trabajo en materia de “prevención, protección y procesamiento, así como en términos de apoyo integral a los supervivientes para ayudarles a reconstruir sus vidas y sus medios de subsistencia en el seno de sus familias y comunidades”.

Las representantes señalaron que el reclamo del Consejo de Seguridad a adoptar un “enfoque centrado en el sobreviviente” tiene como objetivo guiar la prevención y la respuesta para capacitar a los afectados y minimizar sus riesgos de exclusión social, estigma y represalias.

La violencia sexual es un delito prevenible, no es inevitable.

“Por lo tanto, es fundamental garantizar el acceso a servicios integrales de calidad, como la asistencia médica, la atención de la salud sexual y reproductiva, el apoyo psicosocial, el asesoramiento jurídico y la asistencia a los medios de subsistencia de las víctimas”, explicaron.

Sin embargo, destacaron que, en última instancia, las medidas sólo pueden marcar una diferencia largo plazo “si van acompañadas de un cambio en las actitudes sociales”, como la sensibilización mediante la potenciación de las voces de las víctimas y la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y de paz.

A su vez, destacaron que otros actores como “los Estados, las organizaciones internacionales y regionales, el sector privado y la sociedad civil tienen que jugar un papel importante en la lucha contra las normas de género dañinas y la prevención de la violencia sexual”, y subrayaron la necesidad de seguir colaborando para “acabar con la impunidad de los autores de este tipo de actos” y “garantizar el acceso a la justicia, la protección y los servicios para los supervivientes”.

La relevancia de un enfoque centrado en el sobreviviente

Asimismo, Patten participó en un evento en la sede de la ONU en Nueva York centrado en la importancia de un enfoque centrado en el sobreviviente, una prioridad estratégica desde su primer día de mandato.

“En primer lugar, se trata de un enfoque que busca empoderar a las sobrevivientes dando prioridad a sus derechos, necesidades y deseos. Significa tratar a las sobrevivientes con dignidad y respeto y asegurar que tengan acceso a servicios multisectoriales de alta calidad en condiciones de seguridad y confidencialidad”.

De hecho, la reparación de la justicia es la intervención que más desean los sobrevivientes pero que menos reciben.

“En los últimos dos años mis misiones sobre el terreno han revelado sistemáticamente importantes deficiencias en la prestación de servicios y en los recursos para los supervivientes”.

Violencia contra los niños

La representante especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados recordó que el número de menores que viven en zonas de conflicto continúa creciendo y que el año 2018 se caracterizó por unos niveles de violencia horrible contra los niños.

En concreto puntualizó que los niños en Yemen, Siria, Afganistán, Nigeria, Somalia y Sudán del Sur, por nombrar a algunos países, han sufrido los conflictos “de formas indescriptibles”.

Entre los horrores que sufren explicó que “las niñas y los niños son violados en grupo. Otros son secuestrados y abusados sexualmente mientras mantienen su vinculación con las partes en conflicto. A las niñas se las saca por la fuerza de sus hogares o escuelas para que se conviertan en esposas o concubinas de los combatientes. Algunas permanecen en cautiverio por años en esta situación”, describió.

Boletín de prensa de la ONU