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La Visión de Caronte: ¿aquí no pasa nada?

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¿Aquí “no pasa nada”?

Por Miguel II Hernández Madero

miguel hernandez vision de caronte 1 junio 2015El Chapo Guzmán sin lugar a dudas es un personaje mediático, admirado por muchos, temido por otros más y mencionado por todos.

Su fuga por segunda ocasión del penal de alta seguridad, no desató una psicosis, como pudiera esperarse que debió desatar un personaje de su tamaño y control del narcotráfico en México, por el contrario desató burlas y “sospechosismo” del pueblo hacia el gobierno federal.

Recordemos que la psicosis desatada en todo el territorio nacional es provocada por la violencia e inseguridad, que en su momento llevó a todos a clamar por acciones más enérgicas, pero que a nueva años de distancia, ya llevan decenas de miles de muertos.

chapo 16 julio 2015Son muchos quienes critiquen la actuación de las autoridades actuales en cuanto a seguridad, señalándolas como culpables exclusivas de lo que está ocurriendo ahora, pero censurando que se emplee a las fuerzas federales para combatir a las bandas organizadas de criminales que mantienen secuestradas a poblaciones mexicanas.

Esa es la salida fácil, ciertamente y en su momento dio mucha tela en discursos proselitistas, pero que poco a poco fueron callando, al ver la desesperación de quienes han visto perdido su estilo de vida, su seguridad y su dignidad.

La inseguridad del país no es algo que nació de la noche a la mañana, tampoco es producto exclusivo de los cinturones de pobreza y de la desesperación de tantos mexicanos. Para el narcotráfico y los secuestros se necesitan de algo importante como es la capacitación y la actitud. En el primer caso no podemos pensar que se monte una operación bien estructurada por alguien que a duras penas entienda de cosas como logística y que no esté al tanto de los movimientos de los cuerpos de seguridad.

En el segundo caso tenemos a quienes se arriesgan a todo, por obtener grandes ganancias, sin importarles absolutamente nada más. Esa es una combinación peligrosa que no se veía en algunas entidades como por ejemplo Yucatán, a donde ya llegó la violencia, como se puede constatar con las notas sobre homicidios que ya menudean en la entidad.

Lamentablemente nos hemos acostumbrado al “aquí no pasa nada” e incluso estamos cayendo en el fenómeno de percepción selectiva, donde se desecha lo que no queremos escuchar, evadiéndonos de la realidad.

Con decir que aquí no pasa nada, en realidad tampoco solucionamos nada. No es sólo un problema de narcotráfico, sino de descomposición social, de falta de oportunidades, de desempleo, en suma, es la desesperación que lleva a cosas más graves.

Desde el próximo 1 de septiembre habrá nuevas autoridades municipales en el estado, con un nuevo Congreso local y la República tendrá nuevos diputados federales. ¿Qué tiene que ver esto con la violencia? Bueno, cada quien en su esfera debe hacer lo que le compete, en vez de estar pensando qué hará en 2018, porque implica que los próximos tres años los dedicará al culto a su imagen, importándole poco o nada, la situación de sus representados.

Ojalá que los próceres que tomarán posesión en unas semanas, tengan los pies bien puestos en el suelo, o aterricen de sus sueños, porque en verdad, el país y el estado de Yucatán lo necesitan.