Inicio Análisis político La visión de Caronte, La sangre para 2018… Ni derechos, ni linaje

La visión de Caronte, La sangre para 2018… Ni derechos, ni linaje

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miguel hernandez vision de caronte 1 junio 2015

Pasó muy poco tiempo antes que iniciara la pasarela de quienes quieren competir por los cargos de elección popular dentro de tres años; con la particularidad que desde 2018 entrarían en vigor las reformas políticas que permitirían las reelecciones consecutivas de legisladores y Presidentes Municipales, lo cual avivará las pugnas al interior de los partidos cuando los intereses de las nuevas generaciones se enfrenten con aquellos que desde hace años han ido brincando de posición en posición sin dejar el poder.

La política en México se ha caracterizado por cambios generacionales, durante los cuales gradualmente se van retirando algunos personajes para dar cabido a los de la siguiente generación. Esto se rompió con Miguel de la Madrid, cuando se “saltó” la generación que seguía y palomeó a Carlos de Gortari para sucederlo y con ello llegaron los tecnócratas, desplazando en el proceso a la generación que les precedía y esperaban ser los siguientes ungidos.

Este 2018 marcará otro cambio, pero esta vez no será por un salto generacional, sino por el enfrentamiento entre políticos de diferentes generaciones. La reelección permitida de manera consecutiva será indudablemente un factor que desencadenará pugnas internas y el enfrentamiento entre las nuevas y las viejas corrientes, sin importar que sean del mismo linaje. Pero con esa posibilidad de reelección ni siquiera valdrán los “derechos de sangre”, que alegan algunos y tendrían que chutarse hasta doce años consecutivos a sus líderes en el poder.

En esto no habrá diferencias. Lo mismo ocurrirá en todos los partidos, sea cual fuere su ideología. Cierto, actualmente existen conflictos y diferencias en la nominación de candidatos lo cual lleva, proceso tras proceso, a la llamada “operación cicatriz” y a los llamados de unidad o disciplina partidista.

Con la reelección consecutiva se complica la cosa para quienes esperan su oportunidad. No bastará pertenecer a un mismo grupo, pues si el líder decide perpetuarse cerrará las puertas de los demás aspirantes y eso provocará divisiones, enfrentamientos y deserciones. Los Diputados federales podrían reelegirse hasta cuatro periodos y los Senadores dos.

Ya no será únicamente la dificultad que presentan los trapecistas, quienes brincan de una posición a otra, sino que en 2018 también se tendrá el triste panorama si lo vemos desde la perspectiva de repetir a personajes cuyo control político es evidente, pero cuyo desempeño deja mucho que desear. Imagínense si por reformas, adecuaciones políticas, etc., la reelección en el futuro pueda regresar los escenarios de los estados a personajes cuyo paso  como Gobernadores no tuvo muy buenos resultados y recordarlos provoca escalofríos.

Pero no todo está perdido. El espíritu de esas reformas es que el voto ciudadano decida la continuidad o no de alguien que ha trabajado bien. En las urnas se podrá manifestar el repudio hacia algún político que desee continuar en otro periodo, sin haber cumplido los compromisos y la responsabilidad con aquella sociedad a la que juró servir.

Puede parecer utópico, pero en realidad es enorme el poder ciudadano que se puede ejercer, de una manera efectivo, en vez de inventar o seguir notas falsas en redes sociales. La acción no será con las armas, como algunos alegremente incitan. El cambio podrá llegar en las urnas.

Esperemos que estos tres años que faltan no sean únicamente de pasarela para los políticos que saltan a hablar sobre cualquier tema. Ojalá que sea la antesala y preparación de un mejor camino para México y, en lo particular, para Yucatán.

Hasta la próxima…

 

Por Miguel II Hernández Madero