La visión de Caronte: Tiempo Muerto

LA VISIÓN DE CARONTE

Tiempo muerto…

Por Miguel II Hernández Madero

La próxima semana habrá nuevas autoridades municipales en Yucatán y desde el principio de agosto, las diferentes administraciones salientes entraron en un letargo donde nada se mueve, nada se dice y, aún peor, nada se hace.

Esto implica un vacío de autoridades de facto. Ahí están, porque terminan su encomienda el 31 de agosto, pero de nada sirve; quienes siguen trabajando son los empleados manuales y administrativos de siempre, porque para ellos da lo mismo quien esté sentado en el escritorio como jefe en turno. El trabajo sale, porque es realizado “por los de abajo”.

Estos siete días que faltan para concluir la actual administración  será un ir y venir de funcionarios salientes y cercanos colaboradores, quienes irán sacando sus efectos personales, algunos con la incertidumbre de a dónde irán después, como auténticos x´maoficios; otros vislumbrando dónde se colocarán para seguir viviendo del presupuesto y algunos  más, los menos, se sientan tranquilos porque regresarán al ejercicio de su oficio o carrera previa.

Ese es el panorama general que espera en todos los municipios de la entidad, pero con algunas particularidades en los municipios donde el PRI perdió, que aunque numéricamente son menos, por número de habitantes representan más del 50 por ciento de los yucatecos.

Entre ellos incluimos a Mérida, nuevamente, donde el próximo alcalde Mauricio Vila, ya dio a conocer el nombre de los integrantes de su administración, que pudiera resumirse como el regreso de Patricio Patrón al poder, pues todo pinta que mientras Vila será la autoridad municipal, el verdadero ejercicio del poder será del ex gobernador panista, quien desde las sombras ha minado la estructura de su propio partido, aunque lo malo es cómo repercute eso en la administración pública de un municipio como Mérida, que es el  más poblado de Yucatán.

Pero la capital yucateca no es todo Mérida. El municipio tienen comisarías y sub comisarías que la mayor parte de las veces han sido olvidadas desde hace varias administraciones y que sólo “son vistas”, cuando se acercan las elecciones o cuando es necesario hacer alguna obra que sirva de escaparate ante la opinión pública. Triste destino de esos meridanos que siguen recibiendo un trato de ciudadanos de segunda.

Volvemos al punto inicial. El próximo 1 de septiembre entra una nueva administración en Mérida, pero lamentablemente, no serán tres años de trabajo, sino que será uno de acomodo, uno de chamba y el último será el año de campaña, buscando la clientela electoral, pues serán los meses previos al cambio de la administración gubernamental y es indudable que los panistas querrán conservar el Palacio Municipal y regresar al Palacio de Gobierno. ¿Lo lograrán? Difícil si siguen despedazándose como hasta ahora, pero eso es cosa interna de su partido.

Lo realmente interesante será exigir a las autoridades, de todos los niveles, que no se pierdan en campañas mediáticas en busca del voto durante estos tres años que faltan. Yucatán, en todos sus municipios, requiere acciones concretas y transformadoras. Hay pobreza, hay rezago educativo, hay empleos mal pagados. Urge acciones políticas y sociales, pero sobran políticos de sociedad.

Hasta la próxima…