La reelección de diputados federales y presidentes municipales que propone el presidente de la república Felipe Calderón Hinoja, es positiva, pero no oportuna para el país.
Y no lo es, porque es necesario que antes de una simple modificación a la Ley Electoral, se tenga una nueva.
Sí, es necesario restructurar el marco jurídico electoral del país, porque en las condiciones en las que se encuentra solo alcanza para tener una democracia con los partidos que tenemos.
No estoy seguro que con una reelección inmediata los políticos den mejores resultados, aunque habría que poner en el tamiz que también es cierto el tiempo no les alcanza para darle seguimiento a los trabajos legislativos.
El poder legislativo hace las Leyes y las reformas, pero ha perdido el tiempo en iniciativas que si bien es cierto son necesarias no son el fundamento del cambio requerido. A la Ley del Medio Ambiente le falta por ejemplo acompañarla con una reglamentación que sancione duramente la explotación de los recursos naturales. Y así habrá que revisar el marco jurídico de la nación, por ejemplo, que sirva para impulsar la inversión privada con fuerza. En fin, el país necesita un nuevo marco jurídico.
Hay que considerar la reducción en el número de diputados, en eso creo que hay que ir a fondo. Sobre todo hay que mirar hacia los partidos políticos que no aportan nada y sí en cambio reciben millonarios montos públicos y múltiples prebendas.
En el caso de los presidentes municipales sería benéfico una reelección siempre y cuando su actuación pública se ajuste a una evaluación permanente por parte de la sociedad.
El presidente pretende hacer que diputados federales y presidentes municipales sean más transparentes y rindan cuentas precisas y oportunas de sus actos y manejo de recursos públicos, pero esto no sucederá solo con una iniciativa de reforma que se basará en una modificación de algún artículo de la Ley Electoral, pues ese punto está ligado a una concepción integral del orden electoral. Los partidos políticos deben de ajustarse a los lineamientos que establece la Ley de Transparencia y deben rendir cuentas del manejo del recursos público del que disponen.
Que los partidos políticos no practiquen la transparencia y sean privilegiados del sistema es un horror del sistema político. El presidente no está llendo a fondo. Parece que es un presidente a medias. Dice que quiere cambiar al país de fondo y presenta ajustes menores.
La reducción del presupuesto público a los partidos políticos fue un boomerang lanzado por él mismo a través de su ex secretario particular hoy convertido por deseos presidenciales y los chambelanes del partido en flamante presidente nacional del PAN, que simplemente no pegó, no cuajó y por eso el presidente Calderón omite la insistencia en el tema. Pero que la gente demanda y exige.
El presidente tiene buenas intenciones, pero por decreto no se arregla nada, tiene que haber consensos, sobre todo para emprender una reforma política nacional.
Por paliativos como este, que parecieran ser ocurrencias, el país simplemente no avanza.
