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¡Liberen a Pemex!

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Me llamó mucho la atención la declaración de Jesús Ortega Martínez, en el sentido de que “no puede haber reforma energética, si no se termina con la corrupción en Pemex”. Y tiene razón. Al enterarme de la denuncia que interpuso Pemex contra César Nava ex abogado de la institución en 2002 (y ex presidente nacional del PAN) en Estados Unidos por fraude de poco más de 102 millones de dólares para favorecer a empresas trasnacionales, lo primero que pensé, independientemente de los tiempos políticos que vivimos, es que hay que liberar a Pemex de la corrupción pasada y presente si queremos que el país tenga un futuro decente.

Recuerdo el famoso “Pemex Gate”, del año 2000 que sirvió para financiar la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa. Y también para muchos negocios de la familia real en tiempos del gobierno del “cambio”, con Vicente Fox y su pareja. Luego nos enteramos en voz de Andrés Manuel López Obrador de las transacciones para beneficiar a Juan Camilo Mouriño, ex secretario de gobernación de Calderón. Etc.

Reconozco que mi mente se abrió más al leer el libro “Camisas Azules, Manos Negras, el saqueo de Pemex desde los Pinos” de Ana Lilia Pérez, premio nacional de periodismo 2008 y 2009. Una historia de cómo se utilizó a Pemex durante los gobiernos del “cambio” y en especial del Calderonismo. El prólogo del periodista Miguel Ángel Granados Chapa (que en paz descanse) coronó una obra que quedará como evidencia de la existencia de una corrupción galopante en torno a Pemex. “La empresa de todos los mexicanos”.

Es claro que los ciudadanos de a pie, jamás tendríamos acceso a la información clasificada que Ana Lilia obtuvo y nos compartió, arriesgándo su vida y la de su familia.  Y es claro también que a pesar de que los mexicanos sostenemos a Pemex, ésta institución no nos devuelve beneficios tangibles, cada día pagamos más por gasolina, y más por productos que suben gracias al aumento gradual de la gasolina.

Hoy nos amanecemos con la noticia de que Pemex denunció a un “intocable” del PAN. Uno que fue su líder nacional y que enunció los valores y la ética de dicho partido mientras gozó el cargo partidista. ¡Vaya ética!, se confirma lo que reveló Ana Lilia en su libro.

Esta bien, pero creo que la denuncia debe extenderse a otros personajes, como al líder “obrero” (un “petrolero” es un obrero) Carlos Romero Deschamps. Quien siendo un trabajador de mediana categoría en la empresa Pemex, ha logrado amasar una fortuna multimillonaria. Su fortuna alcanza a sus vástagos y de ello, los mexicanos estamos enterados por completo.

En fin, me quedo con la frase de Jesús Ortega, pero me gustaría ver al PRD defender esta causa. Hace unos días, Jesús Zambrano Grijalva presentó una denuncia contra Rosario Robles Secretaria de Sedesol por presuntos actos de corrupción por “utilizar programas sociales para compra de votos en Veracruz”. Creo que la situación con Pemex es más grave. Por tanto se justifica que presente una igual contra César Nava ex líder nacional del PAN por fraude a Pemex. Claro que pudiera hacer otra cosa, como iniciar con una declaración pública. Aunque estoy conciente que eso complicaría su alianza con el PAN. Y aunque Gustavo Madero se agita del gusto por el golpe a un Calderonista, no se vería bien que festejara la condena del PRD.

Jesús Martínez le dijo a Mi Punto de Vista, que la corrupción se debe castigar, y a los que la cometen también sean del partido que fueren.

Luego entonces, Zambrano Grijalva debería hacerlo ya. De inmediato.

Se trata de hacer las cosas bien. Se trata de México, se trata de erradicar la corrupción, de castigar a quien viole la Ley, se trata de no permitir más saqueos a la nación.

La petición ciudadana es … “liberen a Pemex”

Como siempre, es mi punto de vista.