Inicio Análisis político Alejandro López Munguía El liderazgo ético de Margarita Zavala de Calderón

El liderazgo ético de Margarita Zavala de Calderón

1590

Margarita y CalderonEl pasado día domingo 25 de julio, leí el artículo de Margarita Zavala Gómez del Campo, publicado en el periódico el Universal, titulado “la fuerza del liderazgo ético”. Atractivas líneas en las que Margarita resalta la transparencia y la rendición de cuentas como eje de buenos gobiernos. Según ella, “allí está el detalle”.

Sin embargo, creo que Margarita Zavala incurre en un grave error, al pretender colocar la ética como eje del debate político rumbo al 2018. Y es que, la ex primera dama de México, guardó en el ropero su ética pública durante el periodo de gobierno de su esposo, Felipe Calderón, en especial cuando estallaron tres escándalos de dantescas proporciones: los contratos que su hermano Hildebrando recibió a calor de su cónyuge; los contratos al amparo del poder, de la empresa Ivancar, que involucraron a Juan Camilo Mouriño (qepd) y a su esposo; y el incendio en la guardería ABC que causó la muerte de 49 niños, tragedia enmarcada por la red de favores políticos en el IMSS, y que alcanzó al director general Molinar Horcasitas (qepd) y al presidente, su esposo.

La ética no se guarda para usarla como arma política. La ética se tiene o no se tiene. Es un error de la aspirante a candidata presidencial el usarla para fines políticos.

Y es que, la sociedad no olvida todos los agravios vividos durante el sexenio de su esposo. Es cierto que el actual gobierno ha incurrido en graves errores y que la violencia después de Calderón persiste a gran escala.

Ahora bien, señala Margarita Zavala Gómez del Campo que la vía para hacer las cosas con ética, es la transparencia y la rendición de cuentas. Y no se equivoca, aunque debería recomendar que éstos mecanismos de Ley deben hacerse sin candados, porque es bien difícil que los gobiernos de todos los niveles se abran de capa.

Por otro lada, Margarita Zavala de Calderón debería ser precisa cuando hable de la ética, porque en su partido, el PAN, por el que desea competir en el 2018, existe una grave costumbre de proteger a los corruptos. El caso de los “moches” por ejemplo es una buena oportunidad para hablar de la ética. En Yucatán, los “moches” han alcanzado al presidente del CDE del blanquiazul, Raúl Paz Alonzo. Y hasta ahora, nadie ni Margarita ha hecho o dicho algo.
Pero también está el caso del Senador Daniel Ávila Ruiz, quien quedó atrapado por los “moches”. Y en ese caso, tampoco ha dicho nada Margarita, y eso que Daniel Ávila es un político azul de grandes vuelos.

Las cosas no son parciales como Margarita las quiere hacer ver. Porque es claro que al introducir el tema de la ética en el debate político nacional, pretende ganar terreno y tomar ventaja rumbo al 2018.

Margarita debe entender que la falta de ética también es quedarse callada ante los grandes agravios nacionales, tanto del pasado reciente, como del presente.

Sí, México necesita liderazgos éticos, desde luego. Pero efectivos, no ocasionales, ni oportunistas.

Como siempre, comparto con ustedes, mi punto de vista.