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Llaman congregaciones a pasar de la negación a reconocer abusos a menores

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México, 23 Feb (Notimex).- Congregaciones religiosas consideraron necesario pasar de la “negación y evasión” a “reconocer con humildad y analizar con verdad” las causas detonantes de los abusos a menores, con miras a “reestructurar” las instancias eclesiales y comunitarias.

En el marco de la Asamblea Semestral de los Superiores y Superioras Mayores de las Congregaciones Religiosas que prestan servicio a la Iglesia, resaltaron que las resoluciones de la Cumbre en El Vaticano, darán lineamientos y criterios para entender más claramente qué hacer y cómo actuar.

“Ello, en solidaridad de mente y corazón con el Papa y nuestros Obispos a favor de los niños y jóvenes y de toda persona que viva una situación que nunca más queremos se vuelva a repetir”, subrayaron.

Enfatizaron que los abusos contra menores, dentro y fuera de la Iglesia, dolorosa y desgraciadamente han existido.

“Estamos decididos a comprometernos y empeñarnos con todas las fuerzas para evitarlos. Estas acciones han dañado profundamente la vida de las víctimas, sus familias y comunidades”.

Consideraron que la respuesta a estas dolorosas situaciones no puede ser, sino desde una atención integral en lo pastoral, vocacional, formativo, psicológico, terapéutico, jurídico y espiritual.

El objetivo, abundaron, es que las comunidades cristianas sean espacios que brindan seguridad, confianza a niños, niñas adolescentes y jóvenes.

En ese sentido, se comprometieron a formar equipos de expertos (sacerdotes, religiosos y laicos) que animen grupos de atención para acompañar a las víctimas y a la vez a los victimarios, y revisar planes, programas y experiencias de formación.

“Asumimos el compromiso de capacitarnos en el acercamiento cristiano, evangélico con la víctima y victimario; en el trato fraterno, atento, caritativo, esperanzado que permita manejar el duelo”.

A su decir, están llamados a fomentar una cultura de prevención, reconocimiento, verdad, reconciliación y sanación, más allá de odios y venganzas, evitando posturas radicales o extremas que diferentes grupos desean impulsar dentro y fuera de la Iglesia.