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Lo que no conoces del Teletón y el origen de los CRITs en México

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Como cada año desde hace dos décadas en las primeras semanas de diciembre se vive con intensidad el Teletón. Unos para apoyar esta causa, otros para denostar contra el gobierno y especialmente contra Televisa y las empresas patrocinadoras.

Sin embargo, pocos tienen conciencia de la historia que gestó esta obra de beneficencia pública. Pocos saben que el punto de partida fue la evolución de un grupo de jóvenes estudiantes comprometidos con el tema de los valores, que en el camino encontraron las coincidencias para crear el concepto del Teletón y de los Centros de Rehabilitación Integral (CRIT) que conforman junto con la Universidad Teletón y el centro de producción de pelucas oncológicas, el sistema de atención a la discapacidad más grande de América Latina.

Hagamos un poco de historia.

Era 1996 cuando en el Club Campestre de Mérida, Yucatán, se llevó a cabo un congreso juvenil promovido por una asociación llamada Gente Nueva. Este grupo tenía una alianza con la empresa TVAzteca. Entre los invitados a dar conferencias se encontraban Javier Alatorre y Jorge Garralda, principales personajes de la empresa televisora. Las conferencias versaron sobre temas de valores.

Este grupo de Gente Nueva ya había realizado diversos congresos en varias partes del país. De hecho, la conocí cuando en un club de renta de vídeos cerca de la gasolinera de la Dondé se distribuían las grabaciones de las conferencias.

A partir de ese Congreso de Gente Nueva es que se empezó a escuchar de la Fundación México Unido. Un esfuerzo para apoyar diversas causas como la alimentación y la educación. El programa principal era Lazos, que consistía en el padrinaje de niños de escasos recursos para que con una cuota se pudiera cubrir los estudios básicos.

La idea de un Teletón surgió de esta Fundación México Unido que era encabezada por Fernando Landeros. El primer proyecto fue presentado a Ricardo Salinas Pliego, el presidente de TVAzteca. Inicialmente el tema era educación. Sin embargo, a Salinas no le interesó.

Mientras tanto, en Televisa se daba un cambio generacional con la llegada de Emilio Azcarraga Jean que era contemporáneo de generación de Fernando Landeros. Emilio escucha y se interesa en el Teletón. En algún momento se da un cambio en el tema y se propone atender mejor cubrir la necesidad de la discapacidad.

Así empezó el Teletón. La unión y coincidencia de personalidades que tenían la posibilidad de generar un esfuerzo de tal magnitud. Una generación que es congruente con los valores y la necesidad de construir un mejor país.

No podemos dudar, hasta en aquellos que critican a este sistema de atención a la discapacidad, que este tema va más allá de la vulnerabilidad de un sector de la población mexicana, ya que culturalmente la discapacidad se consideraba un tabú y no existía esfuerzos serios y comprometidos, de gran magnitud para atenderla. Teletón ha puesto a la discapacidad en la discusión nacional, abierto la oportunidad para crear otros espacios y cambiar nuestra percepción sobre las limitaciones de las personas con discapacidad.

A lo largo del tiempo y paso de años muchos se han integrado a este esfuerzo. Diversas empresas de comunicación e inclusive competitivas de Televisa participan como patrocinadores. Emilio Azcarraga, al igual que otros empresarios, forman parte de la Fundación Teletón como consejeros. Apoya la empresa con su infraestructura para el día de transmisión del evento Teletón.

Lo que día a día se hace en los Centros de Rehabilitación Integral cubre una necesidad que va más allá de cualquier diferencia con el gobierno o de razones económicas, políticas o ideológicas.

Las personas con discapacidad merecen la atención de la sociedad. No deberías dejarnos llevar por los odios y los traumas ideológicos y políticos.

Los niños y niñas con discapacidad merecen una oportunidad que debería ir ajena a las diferencias sociales de los adultos.

Solo aquellas familias que viven la realidad de la discapacidad pueden entenderlo. Los que no, nos queda solo apoyarlas.