“El que calla otorga”, se dice por allí. Pero esto implica que responder a una acusación corresponde a obedecer una estrategia, no a un arrebato. Con su respuesta Kathia Bolio nos muestra la forma en la que un político no debe defenderse jamás, porque más se hunde. La credibilidad abandonó a Kathia y lo hizo por voluntad de ella misma. Esta es la penosa realidad de una política que se ha enredado con los hilos de la ambición.
Alguien le sugirió a la Diputada Federal, Kathia Bolio Pinelo que se pusiera en manos del Diario de Yucatán, y escribir en su muro de facebook lo que a todas luces es una declaración de “me vale…”, para intentar darle carpetazo al escándalo en el que está involucrada por presuntos moches a favor de la empresa de su esposo. Kathia despreció a los portales. Esos a los que acudió en antaño para promover sus actividades cuando estaba en plena brega. Olvida la legisladora que un portal da la noticia en un santiamén, casi al momento. En cambio los medios tradicionales, tardan 24 horas en procesar la información. El audio video fue presentado en rueda de prensa y en menos de media hora, ya estaba circulando gracias a los portales.
Recientemente la Asociación Civil, Acciones Líderes presentó a la sociedad yucateca un audio – video, donde se muestra a la panista en franco diálogo con el senador Daniel Ávila Ruiz, también del PAN, pidiendo que considere a la empresa de su cónyuge pues está en “regla y no es una empresa fantasma”. Daniel Ávila ha sido señalado por el Diario de Yucatán como un promotor de esa práctica corrupta, que involucra a un constructor al que Kathia se refiere en el audio – video referido.
En un intento por terminar el escándalo que ha lastimado seriamente su proyecto político personal, la legisladora panista escribió un texto, un “post” como ella misma lo llama, donde solicita la intervención de la autoridad. Textualmente escribe: “solicité en días pasados a la Procuraduría General de la República se me inicie lo antes posible un proceso de investigación para deslindarme de cualquier acción penal o ser la autoridad competente quien indique si existe comisión de algún delito”.
El intento es válido, sin embargo, la legisladora panista debe tener presente que no la culpan de delito alguno, sino que la exhiben como un ente corruptor y una política corrupta. Hay una gran diferencia, pues en el colectivo ciudadano la imagen de corrupta no se la quitará una autoridad, sobre todo que en la actualidad la autoridad no goza de confianza plena de la ciudadanía.
En el “post”, la diputada federal dice que no será rehén de ningún tipo de extorsión. Descalifica a la agrupación que exhibió los audio videos y afirma que no responderá a ningún medio de comunicación. Eso sí, refiere que ya dio una entrevista al Diario de Yucatán y así, considera que la cosa está terminada.
Kathia Bolio es militante del PAN desde hace varios años y ha luchado por alcanzar la posición que tiene. Dice estar comprometida con devolverle el buen gobierno a México y otras cosas más. Pero debe tener en cuenta que la vida pública tiene reglas que ella no puede omitir con solo ignorarlas. Claramente se escucha su voz, su tono de voz, su volumen de voz, la secuencia de su voz… ella menciona nombres y curiosamente, las evidencias juegan en su contra.
Hay quienes consideran que la carrera política de Kathia Bolio está acabada. Y que el perdón hacia ella no procede.
Mientras esperamos la resolución de la autoridad, la idea social es que ella está metida en el asunto de los “moches”, y sí, la gente cree que ella es corrupta.
Tal vez si la respuesta de Kathia hubiera sido menos radical, menos con el hígado, y más sensible, sensata y estratégica, estuviéramos ahora, concediéndole el beneficio de la duda.
Pero el que se molesta pierde, dice el dicho popular. Los tiempos se acortan y el 2018 está más cerca que nunca. El futuro de Kathia está ligado al futuro de Daniel Ávila, el Señor de los Moches.
Debe estar conectado para enviar un comentario.