Más de 900 personas han muerto ya por el brote de ébola en la República Democrática del Congo. La Organización Mundial de la Salud asegura que es “uno de los mayores retos” a los que se han enfrentado y que se requieren “medidas extraordinarias” de respuesta.
Según las cifras confirmadas por la OMS, hasta el 27 de abril ha habido 1439 casos y 930 muertes. En menos de una semana se produjeron 60 muertes y el ministerio de Sanidad del país dice que ha habido otras 26 nuevos fallecimientos en un solo día, lo que aumentaría la cifra de víctimas hasta las 957.
La Organización Mundial de la Salud señala que el brote aún se limita a dos provincias y no se ha extendido a los países vecinos.
Aún así, el control de este brote, el más letal de la historia del país, se ha complicado porque algunas comunidades se niegan a recibir tratamientos y por la inseguridad, en la zona, donde operan numerosos grupos armados.
La OMS está reforzando las campañas educativas comunitarias y sigue con la vigilancia y la vacunación.
Boletín de prensa de la ONU
