Por Carla Colomé- Durante meses, numerosas especulaciones han rodeado la relación entre la ex primera dama Michelle Obama y su sucesora, Melania Trump.
Pero los rumores ya son cosa del pasado: durante entrevistas para la promoción de su libro “Becoming” o “Mi historia” al español, un volumen de sus memorias traducido a 28 idiomas y expuesto en casi todos los estantes del mundo, la esposa de Barack Obama se ocupó de despejar dudas.
En un pasaje de su libro, Michelle relata que su antecesora, la también ex primera dama Laura Bush, le había ofrecido su ayuda, diciéndole que ella estaba “a una llamada de distancia”, si necesitaba su apoyo. Esto se refiere, desde luego, a cuestiones de protocolo, logística y tradición en la Casa Blanca.
Lo mismo hizo Michelle -quien siempre se ha presentado como la abogada, mano derecha de su esposo, interesada en política y derechos humanos, madre abnegada y feminista- con Melania, quien ha sido expuesta por los medios como la exmodelo plagiadora de la Obama, con poco interés en lo que se refiere a la política, y quien suele esquivar el roce de su esposo en cualquier acto público.
En una reciente entrevista para ABC News, Michelle dijo que “una de las cosas que aprendes como ex (primera dama) es a no juzgar lo que la actual está haciendo”.
No obstante, cuando el entrevistador le preguntó si Melania la había contactado, Michelle respondió: “No, ella no lo ha hecho”.
La entrevistadora, Robin Roberts, al parecer no averiguó si finalmente Michelle sí había aceptado el ofrecimiento de Laura Bush.
Melania, que tan pocas declaraciones públicas hace, le respondió a Michelle a través de su directora de comunicaciones, Stephanie Grisham. En el sucinto texto, dejó claro que no necesitaba la ayuda de Obama.
“La señora Trump es una mujer fuerte e independiente que ha estado navegando a su manera como primera dama”, escribió Grisham por correo electrónico. “Cuando necesita asesoramiento sobre cualquier tema, lo solicita a su equipo profesional dentro de la Casa Blanca”, afirmó.
Michelle y Melania han confluido tres veces desde la elección de Donald Trump como presidente: cuando la primera invitó a tomar el té a la segunda en la Casa Blanca, siguiendo la tradición; el día de la toma de posesión de Trump -cuando entre ambas se produjo un cortante intercambio de regalos-, y en el funeral de la ex primera dama Barbara Bush, el pasado mes de abril en Houston.
No más encuentros que los estrictos, sin embargo, sí han habido otras confrontaciones. La pasada semana, Michelle también dijo que no se identificaba con la declaración de Melania de que es la mujer más acosada del mundo. “No puedo” ponerme en su lugar, dijo.
Otras fuertes declaraciones contra Donald Trump y su esposa podrán leer todos aquellos interesados en las memorias de Michelle, un libro en el que también devela desde los momentos más íntimos de su familia, hasta que siempre pensó en que su esposo no ganaría las elecciones de Estados Unidos.
Una de sus críticas a Donald Trump, a quien describe como “misógino”, refiere: “Ha sido angustiante ver cómo el actual presidente ha llevado a muchos a dudar de sí mismos y a dudar de los otros y a temerles. A veces me pregunto si algún día tocaremos fondo”.
En “Becoming”, donde Michelle Obama cuenta además que sufrió un aborto natural hace 20 años y que se sometió a un tratamiento de fertilización in vitro para concebir a sus dos hijas, también afirma que nunca perdonará al presidente Trump por promover una teoría conspirativa que cuestionó si su esposo había nacido en Estados Unidos, ya que eso fomentó la ira de los extremistas y ha puesto en peligro a su familia.
Fuente: Yahoo noticias
