Inicio Noticias Espectáculos México tiene una gran tradición operística: Ramón Vargas

México tiene una gran tradición operística: Ramón Vargas

897

Por Luis Galindo

México, 11 May (Notimex).- El reconocido tenor mexicano Ramón Vargas, quien se ha presentado en los mejores escenarios operísticos del mundo, expresó que la tradición en México en el canto es muy grande, porque la ópera es el arte más demandante que hay.

“¿Por qué digo que es demandante?, porque para hacer una buena ópera se necesita gente experta como un director de teatro, iluminador, vestuario, coro, director de orquesta, solistas y una técnica teatral, todo de primera”, detalló el cantante Vargas, en entrevista telefónica con Notimex desde Ginebra, Suiza.

El tenor mexicano aclaró que montar una ópera se trata de proyectos muy ambiciosos, y eso implica concentrar recursos, claro a mucha gente le parece excesivo, pero no lo es, porque son requerimientos.

“Es fácil hacer conciertos con el coro, conciertos con orquesta y conciertos de exhibición y usar esos recursos que se ponen para espectáculos individuales y se hacen más cosas, pero la ópera es la ópera, es como la reina de las artes”, expresó el maestro Vargas, ganador del Concurso Nacional “Carlo Morelli” en 1982.

Detalló que la ópera cuenta historias que son actuales, aunque parecen cuentos, que no lo son, pero cuenta situaciones reales, de emociones humanas, “que seguimos viviendo”.

Abundó que son como las obras del dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare, porque muchas de las obras están inspiradas en las piezas de este escritor, y se mantienen actuales, a pesar que fueron escritas hace más de 400 años.

“Como seres humanos cometemos los mismos errores, los mismos pecados, tenemos las mismas virtudes, nos movemos de la misma manera. La ópera nos hace ver lo que sí y lo que no, nos confronta con una realidad de una manera estética y enriquecedora”, explicó Vargas, considerado uno de los mejores cantantes en el extranjero.

Destacó que las grandes capitales del mundo, siempre colocan a la ópera como algo muy importante, porque es como una carta de presentación para la ciudad.

También dijo que la ópera nació en las cortes italianas y después eran eventos solo para los príncipes, pero se volvió un poco popular a partir del siglo XVIII, y empezó a ser una forma de arte muy popular, es como ir al cine ahora.

Por lo que dejó de ser elitista hace mucho, “los teatros se volvieron espacios más grandes, porque llegaba más gente a ver la ópera, sino se hubieran mantenido pequeñitos para las elites.

“Pero crecieron los teatros para evitar esa parte que se cree que es para un círculo, y creo que la gente que piensa que es elitista, es porque en realidad no ha asistido a la ópera, porque ponen de pretextos para no ir, que hay que asistir de manera formal y elegante, pero uno puede ir como quiera”, afirmó.

El cantante del bel canto, quien debutó en la ópera “Lo Speziale”, de Hayden, en Monterrey, Nuevo León, 1982, reconoció que siempre que las personas que tengan calidad para interpretar la ópera, sean mexicanos o no, se van a imponer.

Pero los cantantes mexicanos en general, externó tienen una forma de expresar nuestras emociones, más directa.

“Porque lo tenemos desde nuestra música vernácula, desde compositores como José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Armando Manzanero, María Grever y de los clásicos como Manuel M. Ponce, son manera de expresar muy directa”, manifestó.

El tenor Vargas, quien celebrará el Día Internacional de la Ópera con un concierto en San Petersburgo, Rusia, señaló que el cantante mexicano hace “patria fuera de la patria”.

“Creo que estamos representando con mucha dignidad lo que es México, más allá de lo que la gente escucha, de violencia, cárteles de drogas y de la corrupción, tenemos a los artistas y escritores, pero sobre todo a los cantantes que estamos dando una carta de presentación hacia el extranjero muy diferente de lo que la gente piensa”, subrayó.

El tenor Ramón Vargas se ha presentado en los más importantes teatros líricos del mundo como La Scala de Milán con La Traviata y Rigoletto; la Ópera Estatal de Viena con L’Elisir d’Amore, Lucia di Lammermoor y La Boheme; en el Covent Garden de Londres con La Traviata, Rigoletto y La Boheme.