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MI PUNTO DE VISTA…

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los grupos de elite que llegaron, tomaron el poder, manipularon al partido, se apoderaron de los puestos de gobierno y destruyeron la mística, la ideología, los principios y la doctrina de la derecha en Yucatán. Son gentes con amor propio, con identidad partidista, que por razones obvias están solos y se definen como gente de valores. Si, son militantes del PAN, son héroes políticos invisibles que prefieren no hacer ruido, no salir en la nota política del periódico más famoso del estado para no perder la dinámica de lucha que les inspira. Lo curioso radica en que en vez de acudir a dialogar con la dirigencia, dialogan con los críticos de la sociedad. Y creo, que más allá de la curiosidad, es inteligencia. La militancia del PAN se está abriendo camino sola.

II.- Han dejado de añorar a Ana Rosa Payán, y a otros panistas que se fueron, saben que quejarse sirve para mitigar el dolor y la angustia de forma pasajera, pero nada más, no sirve para salir adelante. El reto que encaran es el de reorganizarse a pesar de los comités oficiales. Se refieren a los subcomités y en especial a los que se encuentran en el interior del Estado, aseguran que su trabajo está recibiendo gran acogida básicamente porque se sienten atendidos, escuchados, apoyados, aunque el trabajo es fundamentalmente emocional, teórico y enunciativo pues no tienen recursos para ayudarlos tangiblemente. “Los enseñamos a pescar, porque de plano no tenemos para darles la caña y la carnada”.

III.- Se ha perdido la confianza en los “cuadros distinguidos”, no hay diálogo que fructifique, porque nadie de los de arriba mira hacia abajo. Ellos, los de arriba, buscan sobrevivir; los de abajo, los militantes, los de la mística le apuestan a la refundación del partido. No lo dicen de esa manera, tal vez el temor de desaparecer les asusta, pero están firmes en la idea de no permitir más desviaciones ideológicas. Se autocastigan recurriendo al concepto de la prostitución que según dicen sufre la política, son gentes que piensan que su partido puede cambiar pero, sin los que integran la elite que los maniata. Con precisión identifican a los culpables de dicha prostitución interna, pero eso definitivamente no basta. Los mencionan pero  no los condenan, los repudian pero los obedecen, los señalan pero no los acusan. Su aparición es un fenómeno interno que por demás interesante, es autodestructor del partido. Callados, silenciosos van contra corriente de su dirigencia, grupo que obedece a la elite que les prodiga. El PAN  electoralmente está en peligro, por el levantamiento moral que su militancia está organizando.

IV.- Si, el PAN está en plena guerrilla por la renovación moral que militantes panistas desplazados, ignorados, humillados han emprendido a pesar de la gran barbarie interna que padecen. Siendo honestos, reconocen que la tienen difícil, que el futuro no es promisorio de forma inmediata, que tienen que vencer el miedo, la inercia, la prostitución ideológica que mantiene la elite de su partido. Es una lucha atroz, desigual, como dije, heroica. Imperfecta, creo sinceramente. Es una lucha legítima, pero no auténtica, y con la reserva del caso, lo aseguro pues hablan hoy cuando callaron ayer, hace muy poco. Tal vez es oportunismo, o tal vez les creo cuando dicen que confiaban en sus líderes y éstos se fueron. Dicen que si se hubieran quedado, ahora podrían dar la batalla. Pero pasan por alto que la política es de tiempo y circunstancia. El hubiera es la expresión propia de la inmadurez política, de la mezcla extraña del romanticismo con la ausencia del oficio, es, sin duda, una oración de fe, en un lugar en donde ésta de plano ya prácticamente está en el olvido. Con actos de fe no se ganan campañas electorales.

V.- La militancia tiene culpa y grande de lo que les está pasando. Nunca defendieron su patrimonio ideológico, se entregaron a la fiesta del triunfo electoral, les dijeron que duraría 3 sexenios, que el PRI estaba muerto, que el PRD era un fantasma en Yucatán, que el Verde era pantalla y que habría que administrar la abundancia. Pero todo se esfumó. Ni el presidente de la república los pudo salvar de la derrota del 2007. El costo por no levantar la voz es demasiado alto para ellos, para esos que como expongo, intentan realizar una renovación moral con los que coinciden con ellos. Dicen que día con día se suman a la labor de adoctrinamiento, muchos son –aseguran – los que se acercan y se dejan bautizar con el sacramento de la fe política, sin embargo, todavía no pueden asegurar que dicho acto sea efectivo cuando los nuevos reclutas sean tentados por los cañonazos de dinero y apoyo que ya son costumbre dentro del PAN. El soborno y la compra y la coacción al voto son prácticas que llegaron para quedarse en el panismo, y nadie, pero nadie, puede asegurar que los principios se impongan, por el hambre, la miseria y la pobreza extrema que existe en el país y  que ni con gobiernos panistas se ha logrado mitigar, fíjese que dije mitigar, porque erradicar es una meta imposible para tan pobre talento político de los gobiernos panistas. Si, es cierto, los panistas no inventaron la miseria, pero si la agudizaron en tan poco tiempo.

VI.- Felipe Calderón cautivó a muchos ciudadanos con sus propuestas políticas. Pero ni Calderón puede asegurar el triunfo electoral con su gobierno tan limitado. El presidente de la república ha manejado mal al país, pero también a su partido. PAN y PRI van de la mano en muchos asuntos torales del país, el PRI, se suma para ayudar al presidente a salvar su presidencia de sus errores, pero el PRI gana, porque sabe ganar elecciones. Hoy acuerdan entre sí, la presidencia del futuro. Yucatán aún tiene panismo, uno rancio, otro limpio, uno corrupto, otro honesto, uno idealista, otro pervertido, pero al final de cuentas, todos son el PAN. El partido que quiere ser lo que fue hace décadas, pero que no puede quitarse el disfraz con el que subió al poder y luego fue aventado del quinto piso.

VII.- De todas formas, el esfuerzo es bueno, es loable. Es bueno para ese partido que se continue con el trabajo limpio de panistas con formación, algunos todavía recuerdan las largas y emocionantes sesiones de adoctrinamiento del panista – en ese entonces – Carlos Sarabia Barrera, un hombre íntegro que como panista fue un excelso predicador de los valores, un hombre de principios que fue relegado por incómodo, por insurrecto, por ético, por creer en el bien común. Hombres como él, hacen la diferencia en medio de una turbulencia, yo creí que esos panistas que siguen amando a su partido tenían la fe puesta en el regreso de Ana Rosa, pero me dejaron ver, oler y sentir, que esto no sería razonable (¿?). La lucha la quieren hacer solos, y creo que eso es valeroso, suerte, mucha suerte es lo que le deseamos a la gente buena, no importa que sean del partido que sean.

 

La neta del planeta.- ¿Qué sería de la política sin un poco de romanticismo?, tal vez una sopa sin sal, un café sin suficiente grano, un filete sin pimienta. ¿Qué sería de Yucatán sin una gobernadora cómo la que tenemos?, tan audaz, valiente, inteligente, con liderazgo, con arraigo, con proyección, si, Yucatán sería como fue en el gobierno del PAN, gris, sin chiste, sin chispa, corrupto, y lleno de traiciones adentro y fuera. ¿Cómo sería la política en Yucatán si no gobernara Ivonne Ortega?, sería menos divertida y muchos menos socialmente justa. Es mi opinión.