Inicio Análisis político Columnista MPV Mi socialización: un caso de la vida real.

Mi socialización: un caso de la vida real.

Los distintos agentes de socialización, han influido en mi vida de una forma no sólo contundente sino innegable. En cuanto a mi familia, el haber crecido sin una figura paterna sólida, ya que mi padre fue diagnosticado con “trastorno bipolar”, lo cual conllevó una serie de crisis continuas propias de esta situación, me hizo madurar a edad muy temprana.

Mi madre, fue una mujer trabajadora y con pasión por los retos. En la actualidad, ella tiene 75 años de edad, y siendo yo su hija única, me expresa estar muy orgullosa de mis logros, pese a todas las circunstancias que como niña me tocó vivir, y que estuvieron fuera de nuestro control, de manera literal.

Así que concuerdo, no teórica sino vivencialmente con la visión que Gelles, R. y Levine, A. (1995: 137-138), señala que tienen los sociólogos Cooley y Mead acerca de la emergencia de la persona. Mi sentido de identidad como ser humano o “¿Quién soy yo?”, dependió poco de la biología, pues pude haber decidido auto-determinarme por la condición de mi papá y sentir que estaba inexorablemente condenada a “padecer lo mismo” o bien, a tener una etiqueta de por vida al ser “la hija de”, lo cual obstaculizara mi consecución de sueños y metas personales más allá de cierto nivel.

En mi caso, como bien comentan los sociólogos, la biología tomó el asiento trasero, ganando el primer lugar la interacción social, que fue no sólo positiva, sino constructiva, enriquecedora y estimulante desde el punto de vista intelectual, emocional y espiritual. En mi situación particular, pudo más el ambiente que la herencia. Superé las negativas expectativas que sobre mí pudieron haber tenido ciertos grupos sociales, y hoy en día, vivo feliz y agradecida con Dios, mi referencia número uno por sobre todas las demás, mi familia, amigos y maestros. En este sentido, las aportaciones en materia de amor, afectivas, de mi abuelita, abuelito, tíos, primos, así como de otros miembros de mi familia, hicieron la diferencia. También, el poder contar con el amor de mi papá, en sus periodos de relativa estabilidad emocional, y el reconocimiento de todo lo bueno que me ha legado, fue parte de lo que me ayudó a elaborar y trascender esta experiencia.

De la familia de mi papá proviene un linaje de genialidad, personas muy inteligentes y talentosas, aunque con trastornos afectivos. De parte de mi mamá, son también muy inteligentes, aunque no al grado de ser científicos o inventores como en el caso de mi papá, siendo más bien, artistas, o líderes en distintas áreas. Mi mamá es más del tipo responsable, disciplinada, organizada, por traducirlo en lenguaje común, siempre fue la “machaque”.

Mi papá, jamás se esforzó y siempre obtuvo excelencia académica; pero contrario a mi mamá, sus éxitos, no le duraban mucho, ya que era volátil y le faltaba la madurez para avanzar con solidez, paso por paso. Yo tengo de ambos: la facilidad intelectual y creatividad de mi papá, con el carácter estable y disciplinado de mi mamá. Mis escuelas, maestros, ambiente educativo, también influyeron de forma decisiva en la conformación de quién soy como persona.

Desde que tengo memoria, los maestros me han aportado mucho, al igual que los libros, siendo mi pasión hasta la fecha, leer y escribir. Nadando contra corriente, y aprendiendo a ser fuerte mental y emocionalmente en los periodos de crisis de mi papá, para pese a la marea, continuar remando, descubrí que había una mejor forma de sobrellevar todo, y era entregándole mis “cargas a Jesús”, que para mí no es una religión sino una relación personal, auténtica, basada en la oración, la lectura y aplicación de principios bíblicos, y en hacer el bien sin mirar a quien.

Descubrí que al salirme de mi misma y de mis propias circunstancias de vida no elegidas, y ayudar a los demás, pero no sin antes llenarme de amor y paz que sólo Dios da, y reitero, no una religión, lograba un sentido de bienestar y plenitud que no se comparaba con nada. Mi grupo de pares, comenzó a ser el cristiano, y ello me condujo a amistades que se encontraban dentro de la cultura evangélica mayoritariamente, aunque en lo personal me llevo y enriquezco con la amistad de todas las personas que considero tienen valores similares, compartan o no mi fe o visión. Coincido con lo expresado por Shakespeare: “Cada uno parece un cristal que refleja lo que a otros pasa”, es cierto. La imagen de uno mismo es un reflejo de cómo otras personas reaccionan hacia nosotros (verse a sí mismo como en un cristal), y este fenómeno incluye:

1.- Cómo imaginamos que otros nos ven

2.- Cómo imaginamos lo que juzgan de lo que ellos ven

3.- Cómo nos sentimos frente a esas reacciones “auto-sentimiento”

 

En su obra, Human Nature and the Social Order, Cooley argumentó que la persona es definida y desarrollada mediante la interacción social, y que lo anterior se logra, observando el reflejo para pensar que somos atractivos o poco atractivos, inteligentes o no, afables o antipáticos, etc. Y ello, no me lo cuentan, lo viví. Muy diferente a la posición Freudiana, que me hubiera condenado de por vida, la sociológica, pero sobre todo, la espiritual cristiana, me liberó y hoy, amo ser quien soy, y compartirlo con los demás.

 

Referencia:

 

Gelles, R. y Levine, A. (1995). Sociología, con aplicaciones en países de habla hispana. McGraw-Hill: México (pp. 135 a 145).

 

Datos de la autora:

Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana.

Licenciada en Psicología, UADY (Cédula: 5157846). Maestra en Psicología y Orientación Vocacional, ENSY (Cédula: 09887047). Doctorado en Ciencias de la Educación, Universidad Anáhuac Mayab (en curso). Estudiante de la Licenciatura en Derecho UNAM (modalidad en línea) y del Seminario Teológico Ministerial Internacional SETEMIN. Docente en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Yucatán TSJYUC, y del Seminario Teológico San Pablo. Miembro Gold de la Red Mundial de Conferencistas RMC.

Servicios: Orientación Psicológica (presencial y a distancia). Cursos para exámenes tipo CENEVAL (ingreso a preparatoria, universidad y posgrado: EXANI I, II y III). Cursos de Desarrollo Humano, Razonamiento Verbal, Lógico-Matemático y Creatividad. Conferencias.

Contacto:

Sitio web: www.deyav.com

FB: https://www.facebook.com/deyaalvarezvillajuana

Cel.  0449991-20-66-69   Tel. Oficina: 01-999-926-06-19