Hace mil años, no existía facebook, sin embargo, desde ese tiempo, la intriga, la insidia y la grilla, hacían de las suyas.
Los diversos esquemas y las plataformas digitales que hoy en día nos cautivan, solo han exponenciado los grandes vicios de la humanidad.
Siempre ha sido más fácil destruir que construir. La mentira vendida como verdad es muy atractiva. La perversidad cuando encuentra un canal de comunicación se potencia, al grado de posicionarse poderosamente en la mente de la colectividad.
Las redes sociales son un caldo de cultivo, desde el cual se pone en movimiento a quienes muestran una gran debilidad mental. Y no es que estén enfermos mentales, sino que son proclives a creerlo todo, porque es más fácil creer que investigar.
Los usuarios de las redes sociales como el facebook, you tube, whatsapp están inundadas de grandes mentiras y falacias, con propósitos vandálicos y delincuenciales. Con un video editado o creado exprofeso para algo, se puede penetrar la mente de un usuario, que es un ciudadano común y corriente que posee un celular o una laptop o una tablet, y se contamina de ese material. Con cada palabra, con cada expresión se apoderan de su mente y por ende, de su percepción.
Debemos aprender a usar las redes sociales, con seriedad. No hay que creer en todo lo que desde allí se impulsa y promueve. No todo en la Iglesia es malo, por ejemplo; o en el gobierno, o en la escuela, o en la colonia, o con las plazas comerciales. Debemos confirmar siempre la información. Para ello tenemos al alcance diversas plataformas oficiales para salir de dudas o confirmar las versiones que se han “viralizado”.
A menudo circulan amenazas de muerte, de infección, de balaceras, de actos de corrupción, de secuestros, de bloqueos, de actos vandálicos que solo porque lo muestra un video bien editado, ya tiene credibilidad. Eso no lo podemos permitir. Como sociedad debemos apoyarnos en la sana colectividad para acercarnos a las autoridades y tener la confianza, la certeza y la contundencia que emana de la verdad.
Hace mil años, no existía facebook, ni you tube, ni twitter, pero sí la maldad que a través del rumor, destruía vidas, proyectos de bien, prestigios, etc. Desde ese entonces la humanidad es atacada por la envidia, la venganza, el odio de aquel o mejor dicho de aquellos, que no soportaban que otros fueran bien vistos y amados y respetados.
No hemos cambiado, la lucha sigue, entre el bien y el mal. Antes sin facebook, y hoy con facebook.
