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¿Es negociable la Reforma Educativa?

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reforma educativaEn la oportunidad de diálogo entre el Gobierno Federal y la CNTE es necesario hacer varias precisiones que ayuden a entender, analizar y valorar el fondo del problema que ocupa.

Es un hecho que desde hace varios años se han dado cambios en el proceso educativo en el país. A inicios de la década 2000 se hicieron cambios en los programas y libros de texto gratuito. Esto se acompañó de modificaciones en los programas de estudios de escuelas normales. Me tocó alrededor del 2004 participar de la transformación curricular en los planes de estudios de la licenciatura en educación especial.

Faltaba un elemento muy importante que era el papel y rol del maestro. En la construcción del sistema educativo en las últimas décadas se habían dado diferentes prácticas no idóneas del ejercicio docente por la perversidad de la vida sindical. Carrera Magisterial, que originalmente el plan era bueno y propositivo para mejorar la calidad educativa, por la vinculación entre patrón (SEP) y sindicato (SNTE) se fue pervirtiendo al no conseguir realmente los resultados que se obtenían en las evaluaciones en la práctica docente.

La Reforma Educativa propuesta por Enrique Peña Nieto fue impulsada por un acuerdo entre las tres principales fuerzas políticas del país. Se discutió en el Congreso de la Unión donde se requería de mayoría absoluta por implicar una modificación constitucional. Por lo mismo, se requirió la aprobación de más de 17 congresos estatales. Es decir, se cumplió con todo un proceso legítimo y pertinente para la creación o modificación de una ley.

Lo que no cambio es la gratuidad de la educación. Hasta ahora la escuela oficial sigue siendo pública y gratuita. No existe privatización de la educación como elemento oponible. Se fortaleció como figura constitucional la gestión educativa. No en el sentido que sean los padres de familia quien termine pagando por los servicios, sino que conforman junto con los maestros y directivos un cuerpo de decisión y acción para conseguir los recursos.

Para los maestros el punto central es el denominado servicio profesional docente. Un instrumento de acción y valoración del desempeño docente. Se trata de enfocarse no solo en el bagaje de conocimiento del docente, sino su impacto en el salón de clases en la práctica docente. Este nuevo mecanismo incluye una serie de beneficios y derechos de mejora y capacitación si no logra cumplir con los parámetros exigidos. Es cierto que existe un despido sin responsabilidad para la SEP en os casos de no lograr después de tres intentos cumplir con un parámetro mínimo de calidad después de contar con espacios intermedios de capacitación y tutoría. No significa entonces un abandono al docente, sino un acompañamiento que deberá contar con la participación del maestro en su propio proceso formativo y desarrollo laboral. Queda la posibilidad de acudir por vía de protección constitucional del amparo un agravio de la autoridad en contra de los maestros. La figura del servicio profesional docente es un derecho constitucional.

La abrogación de la reforma educativa requiere de una nueva reforma constitucional. No está en la facultad de la Presidencia de México retirarla. Dependería de iniciar un nuevo proceso legislativo constitucional: mayoría absoluta y la ratificación de más de 17 legislaturas locales.

Lo que si tiene en sus facultades le Ejecutivo y la Secretaría de Educación Federal es la creación de decretos y reglamentos. Ambos niveles dentro del cuerpo de leyes mexicanas que son útiles para la implementación de órdenes legales superiores. Pero es importante destacar que estas normas menores no pueden estar en desacuerdo con lo establecido en la superior.

Esto evita que la reforma educativa sea fácilmente negociable.

Tenemos que aceptar que México está cambiando. Lamentablemente la cultura y costumbre laboral ha privilegiado el conformismo. En otros tiempos no lejanos se decía que quien logrará plaza en teléfonos de México, CFE, Pemex o maestro en el sistema educativo mexicano aseguraban su futuro laboral y económico. Pero hoy las cosas han cambiado.

Estamos cada día inmersos en modelos competitivos y más profesionales. Implica una nueva realidad a la cual nos tenemos que ir acomodando. Los tiempos de los privilegios se están acabando poco a poco. La exigencia de mayor preparación, compromiso y responsabilidad de los trabajadores para el desempeño en sus funciones.

Lo que podemos discutir y tomar decisiones con respecto a la reforma educativa es la manera de su implementación. No se puede ir contra los principios establecidos.