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No hay pacto para que el PRI entregue la presidencia en el 2018.

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PRI: no hay pacto para entregar la presidencia en el 2018.

Presidente Peña NIeto en consejo político nov 26 de 2016
Presidente Peña NIeto en consejo político nov 26 de 2016

A la oposición le alienta la posibilidad de que el PRI haya pactado la derrota en el 2018. Entiéndase el PRI como la figura del Presidente Peña Nieto. Al mandatario lo presumen débil y en caída libre. Tras analizar lo sucedido en el Consejo Político tricolor del pasado 27 de noviembre pude darme cuenta que no hay tal pacto. Aunque, y debo precisarlo, una cosa es que no haya pacto y otra que al PRI le alcance para retener la Presidencia de la República en el 2018.

El PRI no va a entregar la presidencia de la república a la oposición. Así de simple.

Y es que, ante el rumor que despiertan las especulaciones, el primer priísta de México fue preciso, certero y contundente, el PRI busca la unidad, para ganar las elecciones del 2018.

No hubo vacilaciones, Enrique Peña Nieto, el priísta, se acercó de tal manera a sus amigos y amigas militantes que se dejó querer, y les conminó a cerrar filas en torno al proyecto que los llevó a recuperar la presidencia en el 2012, para confirmar que en el 2018, habrán de retener la presidencia.

La militancia priísta volvió a sentir la emoción de estar en la campaña. Y si algo tiene Peña Nieto es que sabe hacer campaña. Él, no ha perdido elección alguna y está convencido de que no habrá primera vez.

Para ganar el 2018, Peña Nieto empieza el esfuerzo reuniendo a las fuerzas vivas del tricolor. Allí en el Consejo Político estaban todos, no faltó nadie. Mejor escenario no pudo haber tenido el mandatario.

Habló de todo, de las derrotas del partido y de las malas administraciones de priístas que traicionaron a la gente con actos de corrupción. No se escondió nada. El Presidente estaba emocionado y así lo dejo ver. Va con todo por la victoria en e 2018. Y aunque deben transitar por el 2017, Peña Nieto no se distrae, lo suyo es la Presidencia.

Con él, estaban todos los aspirantes presidenciales, Miguel Osorio Chong, Luis Videgaray, Aurelio Nuño, José Antonio Meade, José Narro, Manlio Fabio Beltrones e Ivonne Ortega Pacheco. Todos junto a él, en un acto de gran autoridad política.

En el acto, estuvieron presentes personajes muy importantes del sistema político, gobernadores, ex gobernadores, legisladores, empresarios, sectores, agrupaciones, el partido en pleno.

Peña Nieto mostró el músculo político y advirtió a la oposición, que no hay acuerdo de ninguna índole para entregar la presidencia, que el PRI va por todas “las canicas” y que en ese esfuerzo, no van a escatimar voluntad alguna.

El Presidente Peña Nieto asumió su rol de primer priísta y se hizo sentir como el Jefe Político de un partido que según las encuestas está abajo en las percepciones electorales. Sin embargo, y muy a pesar de la oposición, la elección presidencial no es ahora, sino hasta mediados del 2018. Y en ese lapso el PRI va por la revancha, va por la supremacía.

Los priístas han superado las derrotas del pasado 5 de junio. Y se están sobreponiendo a las decepciones que varios ex gobernadores ocasionaron con su corrupción. El PRI, no va a experimentar, no va a confrontarse entre sí, va a hacer las cosas apegado al librito sin demeritar la fortaleza que le da la unidad institucional. Porque el PRI es un ejército que sabe transformar al país. Así funciona el PRI.

Por eso, el Presidente Peña Nieto fue la figura y será el eje de la victoria en el 2018. Y aunque esto pareciera ser una incongruencia dada la percepción promovida, es en realidad la gran fortaleza del priísmo nacional. Porque si algo tiene el tricolor es que sabe sentirse orgulloso de su pasado vencedor, de su historia, de sus conquistas, de sus grandes luchas.

El PRI fue el conducto a través del cual México se fue transformando, para darle institucionalidad a una revolución que le permitió como país funcionar como una auténtica república. Gracias a los gobiernos emanados del PRI, el país cuenta con instituciones que no pierden vigencia y que le dan viabilidad como nación.

El PRI ha cometido graves errores en el pasado, uno de ellos es alejarse los unos a los otros. Como en el año 200, cuando se confrontó y como resultado perdieron la elección. En el PRI, los tiempos presentes demandan diálogo y competencia interna sin el riesgo de alcanzar una ruptura. Por ello el Presidente Peña Nieto, contrario a lo que hizo su homólogo Ernesto Zedillo Ponce de Léon, que rechazó al partido y lo condenó a dividirse, hoy lo une y lo fortalece.

Las diversas expresiones dentro del PRI, se han unido a su Jefe Político. Y ya sabemos que cuando el PRI se une, siempre obtiene la victoria.

El 2018 no está pactado, ya lo vi.