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Nuevos horizontes, nuestro lugar en Dios

Psicóloga Deya Álvarez.

Mirar a lo lejos, puede hacernos recapitular el sentido de nuestras vidas, y la importancia que han tenido nuestras decisiones para estar en el lugar en donde ahora nos encontramos. Hablando de lugares, estos no están predeterminados: se ganan, se eligen. Sin embargo, si decidimos caminar con Dios ocurre algo en suma interesante: Si le damos su lugar a Dios, el primer lugar en nuestras vidas, Él nos dará el nuestro, ese que no ganamos por merecimiento, pues bueno sólo hay uno, sino por gracia, que es un regalo inmerecido, al aceptar a Jesús como único Señor y Salvador en nuestros corazones y arrepentirnos de nuestras acciones incorrectas pasadas. Si nos ocupamos de los asuntos de Dios, Él se hará cargo de los nuestros, como claramente expresa Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Dios, es un caballero, Él no obliga a nadie, ni lo coacciona, manipula o chantajea, para que elija el camino de la sabiduría que es el temor a Jehová. Da libre albedrío y cada quien decide y construye su propio destino en base a sus decisiones personales. ¿En dónde nos encontramos hoy, estamos en el lugar correcto?, ¿estamos cerca o lejos de Su voluntad perfecta o nos hallamos en Su voluntad permisiva?, ¿cómo saber si estoy en el lugar correcto, y momento justo, siendo la persona indicada y rodeándome de la gente idónea? Las señales son fáciles de identificar:

Frutos

¿Estás dando fruto en el lugar donde estás?, ¿Qué es el fruto? Son los resultados concretos, esas acciones que marcan la diferencia y que cambian vidas, yendo mucho más allá que los bonitos discursos por más fundamentos bíblicos o con valores que se tengan. El día de hoy, es el primer día del resto de tu vida ¿Cómo piensas vivirlo? Es tu decisión reitero, el caminar: bendecido, prosperado y en victoria. Las circunstancias, no las podemos controlar, pero nuestra actitud y reacciones ante ellas, sí. En realidad, cada quien elige y pinta su destino, de acorde a sus propias elecciones. Que la sabiduría de lo alto nos acompañe a diario, en este caminar, debe ser nuestra oración.

Paz y gozo sobrenaturales

En medio de cualquier tormenta, si recordamos que Dios está en control, nada habremos de temer. El perfecto amor echa fuera todo temor, y al caminar confiados, sabiendo que todo siempre obra para el bien de quienes amamos a Dios, estamos demostrando que la fe habita en nuestro corazón. No es posible vivir en fe, y tener ansiedad, dudas, preocupaciones sobre el porvenir, o aquello que ya pasó, denotado las más de las veces por el látigo mental del “hubiera”. El hubiera no existe, el presente sí, y Dios quiere bendecirnos en el presente, para transformar desde la raíz nuestra historia y darnos un nuevo futuro, horizontes no vistos antes, pero para ello hace falta un requisito: creer y obedecer por amor.

Una vida con propósito superior y divino

“Pero yo te he levantado para este mismo propósito, para mostrar mi poder y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra” (Éxodo 9:16).

Existen personas que como le ocurrió al faraón de Egipto, piensan de manera errónea que tienen el control de lo que sucede, o podrían llegar a tenerlo. No obstante, el único que está en control de todo, siempre, no moviéndose una sola hoja si Él no lo dispone así, es Dios. Dios tiene un propósito para todas las personas de este mundo, incluidas aquellas que lo resisten. En última instancia, es Dios quien siempre recibirá la gloria, ya que Él es el Dador de propósito en la vida ya sea que se viva por y para Él o no.

Un sentido de vida que no puede ser estorbado, pues proviene de Dios

“Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas; ningún propósito tuyo puede ser estorbado” (Job 42:2).

Una vez que Dios ha establecido sus propósitos para nuestras vidas, nadie puede cambiarlos. Cuando Dios ha cerrado la puerta, ningún hombre puede abrirla y la puerta que Dios abre, nadie puede cerrarla. La gente se desgasta en los esfuerzos de hacer mal en contra de los creyentes, sin embargo, Dios tiene la última palabra, lograr sus planes. Los que amamos a Jesús, podemos tomar coraje al saber que Él está trabajando a nuestro favor incluso en las situaciones más difíciles de la vida.

Propósitos Perfectos

El Señor y Sus propósitos son perfectos, pero nosotros no. Nos asaltan las dudas y temores que muchas veces nos impiden vivir en la plenitud de sus propósitos que Él ha establecido para nuestras vidas. Más, podemos superar esto constantemente leyendo y estudiando su Palabra para que nuestra fe sea más fuerte día a día. A medida que aprendemos de Dios y oramos a Él con regularidad, seremos más valientes para lograr sus grandes propósitos en su nombre, y para su gloria.

Nuevos horizontes, nuestro lugar en Dios, es en resumen un llamado a entender de manera profunda que sólo caminando en obediencia a la voluntad de nuestro Padre, misma que es buena, agradable y perfecta, puede abrirse nuestro panorama o existir cielos abiertos, para caminar confiados tanto en esta tierra como en la venidera.