Por: NAHUM CHUIL LÓPEZ
La vida democrática requiere medios de comunicación fuertes que permitan ensanchar el horizonte de análisis de los individuos. Esto es necesario para fomentar la visión crítica de la ciudadanía ante el acontecer diario de su contexto. Conocer bien éste permitirá que el ciudadano pueda actuar de manera consciente para modificar su entorno.
Sin embargo, escudados por una torcida interpretación de la libertad de expresión, así como la facilidad de subir contenidos audiovisuales a las redes sociales, proliferan en nuestra entidad intentos de medios de comunicación que presumen ser críticos, mordaces, analíticos, objetivos y sin concesiones, pero cuyos integrantes carecen de una adecuada preparación periodística, lo que los lleva a cometer errores infantiles.
Ayer, durante un programa conducido por Edwin Sánchez, se afirmó irresponsablemente que Herbé Rodríguez Sahuí formó parte de la administración de Rolando Zapata Bello, siendo falso ese dato.
El incidente pasaría por ser una simple pifia de las muchas que cometen los medios yucatecos si no se viera el trasfondo: Herbé Rodríguez pertenece al grupo de Los Notables, quienes tenemos la convicción de que la política debe ser recuperada por la ciudadanía para ejercerla de un modo más humano, en beneficio de todos.
Vincular a Herbé Rodríguez Sahuí con la administración de Zapata Bello constituye un acto para desacreditar, ante los ojos de la ciudadanía, su trayectoria como servidor público. Aún más, la afirmación pareciera tener otro objetivo: golpear también la credibilidad de Los Notables, misma que se basa en la honestidad y congruencia de sus integrantes.
Por lo anterior, debe tenerse cuidado con comunicadores que únicamente desean entrar a la deshonrosa dinámica de difamar a los adversarios políticos, ya sea por rencillas personales o por intereses económicos oscuros.
