Las noticias están en las redes sociales. Y la situación del país se discute en ellas. Hay tanto por analizar y tanto por razonar, que creo que hay que dar paso a la deliberación, más que al debate, porque debe imperar la mesura.
Las redes sociales son poderosas. Sí, eso es más que una aseveración. Son los espacios donde todos, todos, expresan lo que piensan, de forma libre y sin censura. Así es el México de hoy, que se entera de lo que siente y piensa la gente a través de las redes sociales.
Y sí hay que decirlo, nuestro México encara hoy una manifestación social muy dinámica en dos vertientes: una ruidosa y otra silenciosa. La primera, toma las calles de muchas Ciudades y Municipios del país, causando destrozos, desmanes y disturbios. Son los que no les importa lastimar a otros, tiran bombas molotov y destruyen comercios. La vida económica nacional, no les importa, menos la armonía social. La segunda, es quizá más aguda, porque se manifiesta en el seno del corazón de la nación: la sociedad. Que mira con preocupación cómo el país no siente los efectos positivos de las reformas. El empleo se estancó, el pago de impuestos se elevó, la economía se estacionó, los servicios públicos siguen siendo los mismos, la impunidad continúa dándose, o sea, no percibe los beneficios de haber cambiado a un gobierno por otro.
México está dolido, afirmó el Presidente Enrique Peña Nieto, y no se equivoca. Sabe que el país está siendo saboteado por diversos frentes. La inteligencia oficial no falla. El Presidente percibe que las cosas están ocurriendo porque la desestabilización es promovida con firmeza.
Su mensaje, dado el pasado día 20 de noviembre, hizo referencia a los desestabilizadores, a los que dijo, no lograrán su objetivo.
Sin embargo, el país está pasando momentos de apremio por la falta de respuestas. La impunidad ya tiene hartos a todos.
El hartazgo social hacia la impunidad está movilizando la consciencia nacional.
Es positivo pues, que existan las redes sociales, porque en ellas se concentran las voces diversas y en ellas, está la clave. Si el gobierno del presidente Peña Nieto en realidad quiere ganar el corazón de la sociedad mexicana, debe escuchar y debe atender las demandas y exigencias de los mexicanos.
Es tiempo de deliberar, más que debatir. Se trata de hacer que las cosas salgan bien. Hay que darle a la sociedad mexicana lo que pide: honestidad, integridad y aplicación de la Ley.
Nuestra clase política está viviendo tiempos de rechazo social, porque ha mentido mucho. Porque se ha corrompido y ha pasado la línea de la tolerancia.
Los mexicanos rechazamos toda manifestación de corrupción. Ayotzinapa, es la gota que derramó el vaso. Pero hay muchos Ayotzinapa en toda la república y en cada caso, hay asesinatos sin resolver, lamentablemente aún existen autoridades coludidas con la delincuencia organizada y mucho cinismo partidista.
Urge en México descubrir la línea delgada del Orden y la Libertad, porque una sin la otra termina lastimando a la sociedad, tomando los conceptos del Diputados Federal, Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada priísta en la Cámara.
Precisando: Deliberar es considerar pros y contras de una situación para tomar la mejor decisión. Debate es confrontar ideas opuestas.
