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Organización impulsora de valores

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ORGANIZACIÓN IMPULSORA DE VALORES

Sin duda muchos nos quejamos de que en México cada vez existe o se percibe una mayor ausencia de valores tales como la honestidad, honradez, orden, respeto, lealtad, etc. Pero ¿existe alguna forma para recuperarlos o rescatarlos?, ¿Qué podemos hacer o qué se está haciendo al respecto?. Hoy escribiremos sobre una metodología de mejora que puede ayudar para este fin.

Una vez más la familia Kasuga junto con otros brillantes socios son los artífices de esta nueva forma de transformar positivamente la cultura mexicana conjugando tres metodologías, las ya existentes seis eses japonesas y el Ki Wo Tsukau (preocuparse por…en su traducción al español y del que ya hemos escrito anteriormente) más la de Formación de Valores en la Familia.

Alejandro Kasuga comparte su modelo de 7 pasos. Orden, Limpieza en el Hogar y Formación de Valores en la Familia, surge en Yakult de Puebla donde se ha fomentado el orden y la limpieza con excelentes resultados, “Nuestros colaboradores pedían replicarlo con sus familias. Así que se desarrolló un curso no solo para el colaborador que viene día a día a dar su mejor esfuerzo, sino también para sus familias y fue tal la respuesta que decidimos compartirlo con la comunidad” señala.

El modelo que se aplica en 3 ámbitos: Trabajo + Hogar + Escuelas, busca hacer un cambio al fomentar los valores con la Organización Impulsora de Valores (OIV), y así impactar positivamente en las personas, familias, empresas y con ello en la sociedad, por lo que a mediano plazo vemos cómo a través de fomentar estos valores, otros más se irán desarrollando y a través de su ejemplo, podrán fomentar valores con excelentes resultados a todos sus compañeros tanto en la empresa y sus familias.

“Hagamos cambios de adentro hacia afuera para un mejor hoy” Es la frase que mejor sintetiza esta filosofía, que realmente representa un cambio en la forma de hacer las cosas, en la forma de preocuparnos por los demás y de orientar nuestras acciones al beneficio de la comunidad. Muy lindo para ser cierto dirían algunos escépticos.

Y es que, cuando mencionamos el nombre “Japón” lo primero que pensamos es en un país muy trabajador con ciudadanos respetuosos y dedicados, con gente disciplinada, honesta y responsable, y se nos hace muy difícil creer que podamos adoptar esos valores y en un futuro tener una cultura que nos haga parecidos a ellos. ¿Por qué? Acaso tenemos un cerebro más pequeño, menos brazos y piernas que ellos o son los japoneses de “otro planeta”, la respuesta es que claro que no, lo anterior es perfectamente factible pero lo vemos tan ajeno a nuestra idiosincrasia que a muchos les parece imposible.

Pero lo sorprendente es que ya está replicándose en varias organizaciones de nuestro México con abrumadores resultados no sólo en la mejora del ambiente de trabajo, los resultados o el logro de metas, sino el impacto directo hacia las familias de los colaboradores que laboran en éstas, quienes realmente notan un cambio en su entorno y contagian de esa actitud de servicio hacia los demás, cambiando y modificando algunos hábitos primero ellos mismos.

En noviembre pasado se entregó el distintivo que reconoce a estas organizaciones, por el M.B.A Alejandro Kasuga Sakai y su señor padre Carlos Kasuga Osaka. Entre los 20 organismos reconocidos se encuentran la Escuela Militar de Sargentos, la Cruz Roja de Puebla, Africam Safari, la Universidad Tecnológica de Durango, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, la Auditoría Superior del Estado de Puebla, Hino Motors Manufacturing; la Secretaría de Administración y Finanzas, la Secretaría de Educación, al igual que Interglobal Peninsular lo recibieron por Yucatán.

Efectivamente, el Gobierno de Yucatán no fue la excepción pues también probamos esta metodología -en un inicio en la Dirección de Innovación y Desarrollo Institucional- con la variante que en una atinada decisión del entonces Secretario de Educación Víctor Caballero Durán (quién vio en la misma una oportunidad de oro para que ésta se sume a su programa Escudo Escolar) la adoptó para la Dirección de Educación Inicial y Preescolar de la SEGEY, haciendo que la conozcan 50 preescolares y CENDIS en el estado.

Los resultados fueron sorprendentes, pues pese a ser una metodología probada ya en empresas y algunas instituciones de educación superior, no se había masificado y menos en un nivel temprano. Las directoras de estas escuelas se certificaron, aprendieron y replicaron la metodología hacia su personal docente y administrativo, y lo mejor, hacia las familias de sus educandos. La sorpresa es que las maestras de preescolar acostumbradas por su formación a crear, innovar, descubrir e inculcar, la adoptaron y adaptaron a la perfección y en un tiempo récord.

Si calculamos que 50 planteles tienen en promedio 100 alumnos cada uno, estamos hablando de que 5000 niños se están formando en estos valores del orden, limpieza, disciplina y si calculamos una familia promedio de 4 integrantes, tenemos a 20,000 ciudadanos que conforman esta primera generación de yucatecos OIV.

Entonces, a quién no le gustaría que sus hijos a una edad temprana reciban esta formación, y más aún de manera gratuita en el subsistema de gobierno, la apuesta por una sociedad mejor, responsable, consciente y respetuosa está en marcha en Yucatán, esperando que más secretarios de educación del país la adopten y difundan con voluntad transformadora. Organizaciones de Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay y Guatemala ya se han sumado a esta iniciativa.

Y así en este período “intercampañas”, espero que sigan reflexionando sobre las mejores alternativas que tenemos en cuanto a propuestas, plataformas y candidatos para que también hagamos que México de ese paso hacia su consolidación en 2018, y como siempre… Nos leemos luego!