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Pablo Gamboa, el dilema del Gobernador.

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El factor Pablo Gamboa.

La designación del candidato del PRI en Yucatán está atorada, fundamentalmente por las aspiraciones de Pablo Gamboa Miner. Su postura representa para el tricolor, en especial para el Gobernador Rolando Zapata, una pieza difícil de mover.

En el tablero del ajedrez sucesorio, Pablo está siendo desequilibrante. De plano no está en los planes principales del Proyecto que encabeza el mandatario.

Pablo resultó ser un joven duro de roer. No se ha bajado ni se bajará fácilmente de la carrera sucesoria. Siente que es su momento y eso ha generado que la designación del candidato del PRI esté retrasada.

La posición de Pablo es entendible, par a él, tanto como para los demás aspirantes, la oportunidad es hoy. No hay mañana. Pablo está seguro que puede ganar la elección; y lo está por tres razones: ha palpado el vigor de la militancia, tiene el dinero suficiente para sostener una campaña y cuenta con el respaldo de su padre, el poderoso Senador Emilio Gamboa Patrón.

Pablo encara a sus detractores y se ha dado cuenta que no tiene el respaldo total del Gobernador. Sin embargo, se le nota valiente, decidido, siente que la designación de Meade es una fortaleza para él.

Para muchos, Pablo no está preparado aún para gobernar a un estado complejo. La seguridad en la entidad está prendida de alfileres y una secuencia de malas decisiones podría desatar el caos. Para encarar este problema grave se demanda de grandes dosis de temple y carácter. Su equipo, aseguran que no es de grandes ligas, abunda la inexperiencia, la falta de sabiduría y el oficio político.

Sus detractores preguntan, ¿en caso de ser el gobernador, quién gobernará el estado, él o su papa?.

Los que lo ven con buenos ojos, aplauden su valor. Afirman que como candidato es de los que se crecen ante el electorado y que sabe debatir.

El principal problema de Pablo es el propio Pablo. Ha querido jugar con los tiempos y no hace mucho le juró lealtad al Gobernador, frente a la militancia en pleno. Ahora no se cuadra. No obedece a los deseos del Jefe Político en Yucatán. Sabe que no es el candidato de Rolando Zapata, sabe que su destino está en sus manos.

Lo van a orillar a tomar la candidatura al Senado. La fácil, la que dicen, le conviene. Así podrá madurar y crear las condiciones para ir con todo por la gubernatura en el 2024, cuando aún seguirá teniendo menos de 40 años.

El centro tiene candidato, se llama Jorge Carlos Ramírez Marín. El Senador Emilio Gamboa impulsa a su hijo. Rolando tiene tres apuestas: Caballero, Sahui y Roberto. tres van por la libre: Felipe, Liborio y Berlín Montero.

Existe la teoría de que a Rolando “le van a hacer una oferta que no podrá rehusar”, lo invitarían a formar parte del gabinete del que precisan, será el próximo presidente de México. La cercanía del candidato con el Senador Gamboa podría facilitarle el camino a Pablo.  El reto para Don Emilio es volver a convencer a Ramírez Marín de bajarse del caballo. Claro que con el poder que tiene, tal vez esto no represente gran problema.

Pablo se está convirtiendo en el gran dilema del Gobernador. Para Pablo quitarse el veto del mandatario es fundamental, y para Rolando, garantizar su futuro también es fundamental. Los dos se miran con fe y esperanza, pero para Rolando, Pablo significa un gran dilema.

Ya veremos, al tiempo…