“La candidatura de Panchito Torres le daría muchos votos a Sahui, quizá esta consideración sería fundamental para decidir quién será el candidato a la Alcaldía, pero el hecho es que no es tan fácil. Se trata del orgullo, de la supremacía política. Ceder significaría una derrota. Es una medida de fuerzas cuyo resultado afectará para bien o para mal, las aspiraciones de Mauricio Sahui, el candidato que el bloque no quiere apoyar”.
El PRI ha venido padeciendo partos dolorosos, toda vez que sus candidatos a diversos cargos de elección popular no gozan de plena simpatía política. Salvo en algunos municipios, el universo de candidaturas en el interior del estado le ha significado al tricolor, un dolor intenso con graves riegos de fracturas políticas.
La candidatura por la Alcaldía de Mérida está tomando tintes de gravedad, pues a la postulación que hiciera Pablo Gamboa Miner, de Panchito Torres Rivas, ha surgido la respuesta en apariencia oficial, de Víctor Caballero Durán.
Esta situación ha generado un intenso debate entre quienes se identifican con Panchito y los seguidores de Caballero Durán. Es en realidad un problema serio, pues a Panchito lo apoya el bloque integrado por Liborio Vidal, Jorge Carlos Ramírez Marín y Pablo Gamboa. Amén del apoyo solidario que Panchito siempre ha recibido de Ivonne Ortega.
La nota la dio el Diputado Gamboa Miner, cuando destapó públicamente a Panchito Torres. El hecho tomó lectura de reto. Un reto al Gobernador del estado Rolando Zapata Bello, Jefe Político, Líder Moral y primer priísta del estado. La historia reciente relata que a Pablo no le agradó del todo la forma en la que fue “bajado” de la carrera por la candidatura a la gubernatura. Y en ese punto está la raíz del reto.
En caso de que resulte cierto que el abanderado del PRI será Víctor Caballero, entonces la cosa se pondrá muy complicada para el PRI, porque una vez más se considerará una imposición.
No es casualidad que el bloque de los Diputados Federales, Liborio Vidal, JC Ramírez y Pablo Gamboa se haya pronunciado a favor de Panchito Torres. Es evidente que forma parte de una rotunda oposición a los deseos de Rolando Zapata.
Lo que se deja venir es un forcejeo interno que en verdad es peligroso para el PRI, debido a que lo que menos necesita es una pelea entre sus integrantes. En el partido oficial se ve venir una disputa encarnizada por el orgullo.
Si en verdad existiera unidad, no hubiera retos, ni destapes de un bloque de ex aspirantes vapuleados. Si en realidad hubiera unidad interna, no habrían estos roces, ni estas medidas de fuerzas.
El rumor va tomando vuelo, de que el PRI está enrutado hacia la derrota. Y es que, sin unidad, no hay esperanza.
Si a esta situación se le agrega el desmarque de Sahui de su Madrina Política, la cosa es muy grave.
Lo peor, es que Sahui no ha atendido a sus aliados. Pareciera como si los despreciara, como si tuvieran que esperar y tomar su turno para cuando se le antoje u ocurra.
Desde el Partido, pareciera que están torpedeando la campaña de Sahui – porque es un hecho que ya está en campaña -, los seccionales se quedaron esperando su pavo de noche buena, los juguetes para los niños de las colonias, las piñatas, los dulces (buenos, no los de kilo). Los seccionales, están molestos con su partido. Muy molestos porque además, unos son invitados a reuniones con Sahui y otros no. ¡Qué cosas!.
En editorial publicado en próximas horas, abordaremos el contenido y la forma del discurso de Mauricio Sahui Rivero. El discurso es clave para todo líder, cuando carece de peso específico, el candidato está “frío”.
Como siempre, este es mi punto de vista, y lo comparto con ustedes con mucho cariño navideño.