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Perdón sin olvido

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Fue en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se llevó a cabo el primer foro para trazar la ruta de pacificación del país y la reconciliación nacional.

El haber escogido esta ciudad como la primera sede para dicho foro, fue una decisión estratégica, si tomamos en consideración que, en poco más de siete meses, se han registrado más de 760 asesinatos, como lo informa el Diario de Juárez.

Asistió López Obrador junto con Alfonso Durazo y Olga Sánchez, futuros secretarios de seguridad pública y gobernación, respectivamente. De igual forma participaron especialistas y víctimas.

Alfonso Durazo dejó en claro que el proceso de pacificación y reconciliación no significa un pacto con el crimen. Mientras que AMLO dijo “olvido no, perdón sí”. Las víctimas y los familiares de estas rebatieron con un simple y contundente “No se puede perdonar”, y tienen razón.

Cualquier otro reaccionaría de la misma manera si le han quitado la libertad, seguridad, y dignidad, o si le han arrebatado a su ser querido. Es fácil decir “debemos perdonar”, pero, en realidad, es muy difícil llevarlo a la práctica, más cuando has sido víctima.

Pero, a todo esto, ¿Qué debemos entender con “perdonar”?

Desde mi punto de vista, esta palabra es tan ambigua que provoca, por su propia naturaleza, una laguna. ¿Significa liberar a los criminales? O ¿No meter a la cárcel a aquellos que hayan cometido un ilícito y sigan prófugos? ¿Echar para atrás las denuncias interpuestas?

Hay tantas preguntas, y pocas, o, más bien, ninguna respuesta. Aunque tal vez esté relacionado con la famosa “ley de amnistía”

Una cosa es cierta, el próximo gobierno quiere pacificar el país, es uno de sus ejes principales, no por nada ha propuesto la despenalización de las drogas y la ley de amnistía para criminales.

Durazo, durante el foro de pacificación y reconciliación que se llevó a cabo en Coahuila, aseguró que la amnistía únicamente se dará a los crímenes no graves.

Bajo ningún supuesto los crímenes de lesa humanidad podrían ser sujetos al régimen de amnistía, se ubican en esta situación: el genocidio, desaparición forzada, ejecuciones sumarias, masacres, tortura sistemática, etc…”

Refiriéndonos únicamente a este esfuerzo de pacificación, tal parece que, como se dice coloquialmente, “se tapa un hueco y se destapa otro”, pues, si bien, ya esclareció quiénes o qué crímenes entrarían en la ley de amnistía, ahora hacen que nos preguntemos, ¿Cómo se va a perdonar a los delincuentes?

Por el momento, el próximo gobierno ya está sentando las bases necesarias para lograr una posible pacificación con la apertura de foros donde la ciudadanía participa activamente, todavía falta ver si puede salir una propuesta real y contundente para empezar a ponerle fin a la guerra incesante que vive diariamente nuestro país.

Si me lo preguntan a mí, yo me uno al clamor ciudadano diciendo, “olvido no y perdón tampoco”.