Madrid, 18 May (Notimex).- Para mitigar los efectos del cambio climático, se debe transformar el sistema energético basado en combustibles fósiles en un modelo de energías renovables y cambiar los estilos de vida de la sociedad, apostando por una menor movilidad, dietas alimenticias bajas en carbono, y viviendas de menor tamaño, concluyeron científicos durante la Conferencia Internacional sobre Estilos de Vida Bajos en Carbono.
La charla fue organizada por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) y reunió a más de 400 investigadores.
De acuerdo con ICTA-UAB, las principales conclusiones destacaron que, para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, deben plantearse escenarios en los que las soluciones tecnológicas y los nuevos estilos de vida bajos en carbono compartan protagonismo; “los estilos de vida bajos en carbono deben dejar de desempeñar un papel marginal para convertirse en una corriente principal”.
“El objetivo es reducir la resistencia al cambio de los ciudadanos al mostrarles que los estilos de vida coherentes con los objetivos climáticos son posibles y necesarios”, comunicó el Instituto.
Es necesario insistir en los beneficios de estas nuevas formas de vida, y no sólo en los objetivos climáticos. Aseveraron que se tiende a sobreestimar el impacto climático de acciones como reciclar o cerrar la llave, lo que lleva a las personas a pensar que implementarlos es suficiente para combatir el cambio climático.
Los especialistas concluyeron que en el ámbito de la movilidad, es necesario hacer cambios tecnológicos y reducir al mínimo el número de pasajeros, los kilómetros y la necesidad de viajar. Además se debe reducir la energía en cada fases del sistema alimentario, y “cambiar los comportamientos y dietas actuales por otras más sostenibles, comiendo menos carne o reduciéndola por completo”.
El ICTA-UAB remarcó que los investigadores consideran a la publicidad como factor para contribuir a los cambios de estilos de vida, y recuerdan que ellos, como comunidad científica, deben influenciar y guiar a la sociedad.
“Debemos ser coherentes y consecuentes para influenciar a los demás, y demostrar nuestras propias creencias científicas en la práctica”, puntualizaron.
Respecto a la excepcional situación generada por la pandemia de COVID-19, indicaron que la crisis ofrece la oportunidad de romper con nuestros hábitos y reconsiderar los estilos de vida.
