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PRD: 24 años y son la segunda fuerza política nacional

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Han sido 24 años de existencia, en los que el Partido de la Revolución Democrática, el PRD,  ha demostrado ser un auténtico luchador. Ha luchado contra el sistema desde que nació en 1988, y ha luchado contra sí mismo a lo largo de este periodo. Durante 6 sexenios, y a pesar de sí mismo, hoy es la segunda fuerza política a nivel nacional gracias a la voluntad de poco más de 15 millones de mexicanos.

Y no es de soslayarse que el PRD ha sido protagonista de los grandes cambios que en México se han venido dando. Cambios esenciales en la vida de los mexicanos, su aportación para contar con una ley electoral, de participación ciudadana, su lucha contra la privatización de Pemex, contra gravar con IVA a alimentos y medicinas, o la ejemplar lucha contra el FOBAPROA, son ejemplos de su compromiso con la nación.

Hoy participan activamente en un gran pacto, el Pacto por México, que ha empezado a rendir frutos para el país. La Ley de Telecomunicaciones, y la Reforma Educativa son la evidencia de que cuando hay voluntad, la izquierda en México es capaz de ser generador de decisiones, y no solo de discusiones. Por primera vez, al PRD se le ve como una alternativa política responsable en beneficio de la vida nacional.

Pero también hay que ser precisos, el PRD ha sufrido mucho, pero subsiste porque en México existe todavía una gran corriente ciudadana que anhela una lucha nacionalista, que ve en el sistema político vigente, solo la continuidad de un neoliberalismo que sujetó los intereses de la nación a la del Fondo Monetario Internacional y por ende, a los intereses de los Estados Unidos Mexicanos.

Sin embargo, ésta porción de población, no es suficiente para hacer que el PRD logre hasta ahora, la presidencia de la república.

Y es que, el grave error ha consistido en que sometieron siempre los principios de la izquierda mexicana – la que inspira al PRD – a las intenciones de dos personajes, dos hombres que como quieran que sean, sometieron al resto a sus decisiones. Una izquierda moderna consiste en privilegiar la democracia bajo reglas de competencia y respeto, lo que le da congruencia y vitalidad.

Primero fue Cuauhtémos Cárdenas y luego Andrés Manuel López Obrador, dos caudillos, dos entes hegemónicas que encabezaron la lucha. Y no es que haya sido mala su actuación. Sino que una cosa es que destaque el líder y desarrolle una encomienda, y otra muy distinta que sea el “jefe máximo” de la izquierda. O sea, caciques, pues.

Es curioso, pero es hasta el día de hoy, que el PRD funciona como un partido político de izquierda democrática. Al interior existe una discusión permanente y una competencia política de los asuntos importantes que son demandas sensibles de los mexicanos. Hoy, libres de caudillos, el partido piensa y actúa de forma diferente. Muchos condenan las alianzas con el PAN durante la última parte del sexenio de Calderón, sin embargo, ahora lo veo como una forma que sirvió para sacudirse la hegemonía de AMLO. Y es hasta su partida, cuando se vieron los frutos de esa lucha.

NO estoy seguro si le convenga al PRD mantener una alianza electoral con el PAN, pero al menos en el pasado reciente le fue muy bien, mer refiero a los números y a las gubernaturas que alcanzaron.

La historia nos ha mostrado la evolución de un partido político que ha pasado de ser rijoso a ser parte de un Pacto por México. De ser uno de caudillos a otro, donde se intenta con vehemencia ejercer una democracia interna. De ser un partido oposicionista, a ser uno de consensos camerales. De ser uno donde gobernaba con cerrazón, a uno donde el entendimiento entre niveles de gobierno es de respeto y estrategia.

No veo al PRD como un peligro para México, lo veo como una oportunidad de consolidar un país viable, uno donde se alcancen tasas de crecimiento sostenido que permitan la generación de los empleos que demandan los mexicanos. Uno donde las instituciones sean vanguardistas, modernas y sensibles. Uno donde la democracia no sea un acto de negociación sino de hechos surgidos de la acción democrática, sin violencia, sin infundios, sin mentiras, sin manipulaciones, sin recelos, sin venganzas.

Hoy, la izquierda que representa el PRD, y soy enfático en éste sentido, significa mucho para los ciudadanos que anhelamos una transformación nacional.

Son 24 años, y el PRD empieza un nuevo andar. Fortalecido por la experiencia de las luchas políticas pasadas. Al PRD le duelen muchas cosas, entre ellas, sus grandes actos de corrupción, como los acontecidos durante el gobierno de AMLO en el DF. Ningún directivo perredista presionó a AMLO para que sancionara esos actos oprobiosos. Y a Bejarano hasta le perdonaron todo.

También en el PRD han habido elecciones sucias, entrampadas y violentas.

Pero, eso es el pasado. NO hay que olvidarlo, y tampoco se debe satanizar el asunto. Es cuestión de no “escupir para arriba”, y poner la voluntad por delante.

5 sugerencias se me ocurren para el PRD:

1.- NO se salgan del Pacto por México

2.- Eviten acusar a otros de lo mismo que han tolerado, permitido y consentido.

3.- NO se olviden que el PAN, es un partido que ya tuvo su oportunidad de gobernar y perdió, y cayó hasta la tercera posición por mandato popular.

4.- Formen cuadros políticos propios, no le apuesten a la renuncia de priístas. Ya es hora de que el PRD sea autosuficiente con políticos formados bajo los principios de su ideología.

5.- Acaben con los cacicazgos estatales. Es hora de crecer de verdad.

 

México es más que sus partidos políticos. Lo escrito aquí, es solo mi punto de vista, y no es nada personal, solo democracia.