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Presidente de Ucrania acrecenta la violencia en su país

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Washington, Kiev

El presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, sustituyó al jefe de las fuerzas armadas, tras haber anunciado el lanzamiento de una operación “antiterrorista” contra opositores radicales. En un breve comunicado presidencial, que no brinda ninguna explicación sobre esta decisión, se anuncia que el almirante Yuri Iliin sustituirá a Volodymyr Zamana.

Mientras, el gobierno de Estados Unidos denunció hoy que la violencia registrada en Kiev es “totalmente escandalosa”, por lo que volvió a pedir al presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, que frene la escalada de tensión. Los enfrentamientos entre policías y manifestantes, que se han cobrado la vida de al menos 26 personas, son completamente escandalosos y “no tienen lugar en el siglo XXI”, declaró Ben Rhodes, consejero del mandatario Barack Obama, en una conferencia de prensa en el avión presidencial Air Force One.

“Hemos dicho claramente al gobierno ucraniano que es su responsabilidad permitir a la gente manifestarse”, subrayó Rhodes. “Nos oponemos a la violencia de ambos lados, pero el gobierno debe retirar a los miembros de la policía antimotines (de las calles), decretar una tregua y entablar conversaciones verdaderas con la oposición”, añadió el consejero de Obama.

El Pentágono pidió de su lado al Ejército ucraniano que se mantenga al margen del conflicto y amenazó con revisar la relación militar entre ambos países si finalmente interviene. “El Departamento de Estado aplaude que las Fuerzas Armadas de Ucrania no se hayan involucrado en esta crisis”, reconoció a la prensa el portavoz de la institución, coronel Steven Warren. “Les exhortamos a que se mantengan al margen. Su participación puede tener consecuencias en nuestra relación sobre defensa”.

Está previsto que Obama, quien se dirige a Toluca (México), se pronuncie sobre la nueva crisis ucraniana en una rueda de prensa tras participar en una cumbre con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper. “Es evidente que los ucranianos consideran que (el gobierno de Yanukovich) no responde a sus aspiraciones legítimas actualmente”, indicó Rodhes.

El consejero de Obama dijo que el gobierno estadunidense sigue estudiando la posibilidad de imponer sanciones contra Ucrania, al igual que la Unión Europea, cuyos ministros de Relaciones Exteriores realizarán el jueves una reunión extraordinaria para analizar la situación. “Seguimos observando de cerca los acontecimientos, así como las personas que consideramos responsables de la violencia. Y hemos dicho claramente que analizamos medidas contra los individuos responsables de actos violentos en Ucrania. Entre estas medidas barajamos sanciones”, puntualizó Rhodes.

Por su lado, Canadá cerró hoy su embajada en Kiev tras la confirmación de la muerte de 26 personas en los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad ucranianas. “Por precaución, y para asegurar la protección de todos nuestros funcionarios, nuestra misión en Kiev estará cerrada hasta nuevo aviso”, dijo a la AFP el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores canadiense, Adam Hodge.

La canciller alemana, Angela Merkel, telefoneó hoy desde París al presidente ruso, Vladimir Putin, con quien acordó “hacer todo lo posible para evitar una escalada de violencia” en Ucrania. “Queremos hacer todo lo posible en favor del proceso político y hemos decidido mantener un contacto estrecho con Rusia”, dijo la jefa del Gobierno germano tras reunirse en la capital francesa con el presidente François Hollande, y con el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Previamente, Merkel presidió junto a Hollande un consejo de ministros franco-alemán en el que la situación de Ucrania ocupó una parte importante.

Ambos mandatarios amenazaron a Kiev con imponer sanciones, que podrían ser decididas en la reunión extraordinaria que celebrarán los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas. A la misma acudirán los responsables de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, y alemana, Frank-Walter Steinmeier, que previamente viajarán a la capital ucraniana, al igual que su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski. Tras el encuentro con Merkel y Barroso, Hollande reiteró su deseo de “sancionar a los que han provocado la violencia imperdonable con numerosas víctimas” en Ucrania.

Por su parte el presidente el Ejecutivo de la Unión Europea aseguro que los acontecimientos de Ucrania “tendrán consecuencias”. “Condenamos la violencia, no es la solución al problema. La violencia tendrá consecuencias sobre quienes la han practicado, quienes han utilizado de forma excesiva la fuerza”, afirmó Barroso, que se mostró esperanzado en que el presidente Viktor Yanukóvich “responda a este llamamiento”.

El primer ministro británico, David Cameron, le advirtió al presidente ucraniano Viktor Yanukovich que el mundo le está vigilando y que los responsables de las muertes de las últimas horas tendrán que rendir cuentas. “El presidente Yanukovich no debe tener ninguna duda de que el mundo está vigilando sus acciones y que los responsables de la violencia tendrán que rendir cuentas”, dijo Cameron en un comunidad.

“El presidente Yanukovich tiene la responsabilidad de retirar a las fuerzas gubernamentales y reducir la escalada de la situación”, agregó. Poco antes, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, condenó la violencia en las protestas de Kiev en términos parecidos. “La violencia contra manifestantes pacíficos es inaceptable y el gobierno ucraniano debería rendir cuentas”, dijo Hague, que se encuentra de gira en Latinoamérica, en su cuenta Twitter.

Hague confirmó además que el jueves asistirá en Bruselas a la reunión urgente de ministros de Exteriores de la Unión Europea para estudiar sanciones contra el gobierno de Viktor Yanukovich. Hague concluye hoy en Brasil una gira de cuatro días que le llevó también a Colombia.

En Kiev, el servicio secreto de Ucrania SBU emprendió hoy un “operativo antiterrorista” en todo el país tras los letales disturbios que dejaron el martes al menos 26 muertos y más de mil heridos, mientras Estados Unidos y la Unión Europea apuntaron posibles sanciones contra los responsables de la violencia.

Gobierno y opositores se culparon hoy mutuamente de la escalada vivida el martes en Kiev, primero cerca del Parlamento -durante una manifestación para exigir una reforma constitucional- y que después se extendió a la plaza de la Independencia (Maidan), epicentro de las protestas opositoras desde noviembre, donde la policía actuó contra los manifestantes. Allí continuaron hoy los enfrentamientos: mientras las fuerzas policiales empleaban camiones lanzaagua contra los manifestantes atrincherados tras la barricadas, éstos lanzaron piedras, petardos y cócteles molotov contra los uniformados.

Y mientras, se preparaban para nuevos embates: desde la tribuna de Maidan, los oradores pedían reforzar las barricadas, después de que ardieran la mayoría de las tiendas de campaña instaladas en la plaza. La cúpula ucraniana se mostraba mientras tanto inflexible, con poca disposición al compromiso. El jefe de gobierno interino, Serguei Arbusov, acusó a la oposición de intento de golpe de Estado, acusación que permitió al servicio secreto SBU primero comenzar a investigar a “algunos políticos”, sin que se revelaran sus nombres, y después, activar una “operación antiterrorista”.

“Agrupaciones extremistas y radicales suponen un peligro real para la vida de millones de ucranianos con sus acciones”, justificó. “Intentan imponer su objetivo con la violencia de las armas, incendios, secuestros y asesinatos. Esas son acciones terroristas concretas”. El SBU llamó a liquidar a las organizaciones que sean calificadas de terroristas. El Ministerio de Asuntos Exteriores exigió a la comunidad internacional la “máxima objetividad” a la hora de calificar la grave crisis que atraviesa el país.

Las noticias que llegaban hoy de Occidente apuntan a que habrá sanciones: el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no descarta medidas de castigo, adelantaron hoy su portavoz, Jay Carney, y el viceasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, durante el vuelo del mandatario a Toluca para una cumbre tripartita con los mandatarios de México y Canadá. Y mientras se espera el pronunciamiento de Obama en la localidad mexicana, desde París el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, abogaron por imponer sanciones a los responsables de la violencia.

Algo que según el presidente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, podría suceder cuando se reúnan mañana jueves en Bruselas los ministros de Exteriores del bloque para aplicar “sanciones económicas y restricciones de viajes” a la cúpula dirigente en Ucrania.  También el Banco Europeo de Inversiones (EIB) anunció la congelación de sus proyectos en la ex república soviética. Pero según Rhodes, Washington espera que la mera amenaza de sanciones lleve a un cambio de actitud del gobierno de Viktor Yanukovich.

Poco antes, el embajador estadunidense en Kiev, Geoffrey Pyatt, había anunciado la anulación del visado a varios funcionarios ucranianos relacionados con la violencia. Sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin responsabilizó a los “extremistas” de la violencia y respaldó la versión de un intento de golpe de Estado, dijo su portavoz Dmitri Peskov citado por agencias rusas.

Los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia viajarán el jueves a Kiev para intentar mediar el fin de la violencia entre el gobierno y la oposición, tuitearon hoy los jefes de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, y su homólogo polaco, Radoslaw Sirkoski. Las protestas en la ex república soviética comenzaron en noviembre, después de que Yanukovich se negara a firmar un tratado de acercamiento a la Unión Europea y reafirmara sus lazos con Rusia. El martes, la violencia escaló y se cobró 26 vidas -entre ellos diez policías y al menos un periodista -, según los últimos datos oficiales, aunque los expertos creen el número de víctimas es mayor.

La renombrada doctora Olga Bogomolez habló de más de un millar de manifestantes heridos. Unos 300 efectivos de las fuerzas de seguridad también resultaron heridos. Según el Ministerio de Sanidad, más de 600 personas fueron trasladadas a hospitales. Además, hay unos 60 opositores detenidos a los que el Ministerio del Interior está instruyendo un sumario por disturbios a gran escala.

El presidente Yanukovich declaró el jueves jornada de duelo nacional. En recuerdo de las víctimas mortales permanecerán todos los edificios estales cerrados y las banderas e Ucrania ondearán a media asta. Además se suspenderán conciertos y eventos deportivos y se pidió a las televisiones y radios que “adapten” su programación. Ya hoy escuelas, jardines de infancia, universidades y tiendas permanecieron cerradas y el metro tampoco circuló.

El líder opositor Vitali Klitschko se mostró decepcionado por los resultados de la infructuosa reunión la noche del martes al miércoles con el presidente. Yanukovich no reaccionó de forma adecuada a la situación, dijo, y exigió la retirada de las fuerzas del orden. La portavoz de Klitschko subrayó que por ahora no hay nuevas conversaciones previstas. Yanukovich, por su parte, acusó a los opositores de intentar tomar el poder a la fuerza. Y amenazó con “emplear otro tono” si los líderes de la oposición no se distancian de las fuerzas radicales. Se trata de “criminales que tendrán que comparecer ante la Justicia”, dijo.

Por su parte, el ministro de Defensa en funciones, Pavel Lebedev, ordenó desplazar una brigada a Kiev para asegurar los depósitos de armas y municiones. Esta mañana llegaron a Kiev numerosos autobuses con más manifestantes del oeste del país. La violencia se extendió también a esas regiones occidentales, con enfrentamientos en Ternopol, Ivano-Frankovsk y Rovno. En Lviv tres mil personas bloquearon un cuartel de la policía. La zona de impronta nacionalista situada cerca de la frontera con Polonia es considerada feudo de la oposición más radical.

En el este del país, por el contrario, desconocidos atacaron oficinas de los partidos de la oposición. Una oficina de Udar (Golpe) de Vitali Klitschko resultó totalmente destruida en Kriwoi Rog, informó el partido. En Dnyepropetrovsk se cometieron ataques contra edificios de Udar y contra la representación del partido populista de derecha Svoboda (Libertad). En Jarkov y en Cherson, en el sur del país, también ardieron oficinas de Svoboda.