PRI condiciona el préstamo a cambio de la aprobación de las cuentas de Rolando.
La jugada política parece estar clara, el PRI en el Congreso de Yucatán se opone a la aprobación del empréstito que solicita el ejecutivo del estado para la reactivación de la economía mediante la construcción de obra pública, porque a cambio exige la aprobación de la cuenta pública 2018, que en sus tres primeros trimestres le corresponden al priísta Rolando Zapata Bello. La relación entre los diputados del tricolor y el ex gobernador es estrecha, toda vez que fue el mismo mandatario quien los “palomeó” para ser candidatos. Cada uno de ellos fue escogido por él para enfrentar esta situación. El hombre sin duda sabía lo que podía venir. Tomó previsiones.
Las cosas se han puesto difíciles, de ahí el mal humor del coordinador de los priístas que se vio sorprendido cuando el acontecer real salió a la luz pública. El punto a analizar en realidad no es la violencia política en el Congreso, que es real, triste y lamentable, sino la aprobación de la cuenta pública de los tres últimos trimestres del año del gobierno priísta. Si las víctimas de la violencia política, hombres y mujeres, aceptan que los humillen, allá su dignidad.
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Parece ser que no hay de otra, es la gran oportunidad del PRI de hacer la negociación. Sin embargo, no es fácil lograr el objetivo, pues existen graves irregularidades en la cuenta pública del rolandismo, tanto que existen denuncias ante las autoridades y la sociedad espera severas sanciones penales contra muchos ex funcionarios.
Es tal el agravio al estado, que en el propio PRI se habla de las grandes desviaciones del erario de Yucatán en los tiempos de Rolando. Los nuevos multimillonarios están bien identificados y nadie los defiende, bueno sí lo hacen los que en verdad salieron “salpicados”. Pero la base militante, la que se quedó huérfana, la que está sola, sin apoyo enfrentando la crisis por el Coronavirus, esa está indefensa. En el PRI se dice y se dice fuerte que Rolando regaló la elección, entregó el estado. ¿A cambio de qué?. Todo parece indicar que de impunidad.
Y esa parece ser la tarea de Felipe Cervera y de varios diputados priístas. No están pensando en la sociedad, no señor. Y no lo están pensando, porque de ser cierto como afirman, serían verdaderos auditores de la cuenta pública de Rolando Zapata. Pedirían que los ex funcionarios más famosos del rolandismo fueran investigados a fondo y hasta formarían una Comisión de la Verdad para conocer “santo y seña” del gobierno priísta. Se dicen comprometidos con la transparencia y la rendición de cuentas, entonces que lo demuestren. Pero gustan de hablar y de hablar, sienten que este es un asunto de oratoria, no señor, es asunto de credibilidad y congruencia. Creen que la gente no razona.
No tarda este tema en “reventar”. Esto es lo relevante, lo demás es pura perorata.
Francisco “Pumba” Torres, líder del PRI en Yucatán, debería estar de lado de la transparencia y no prestarse a la lucha por aprobar las cuentas de Rolando. Es penoso verlo de rodillas como un títere y más penoso ver a muchos priístas perder la dignidad y la congruencia. Ahora apoya a los diputados que hace unas semanas exigían a gritos su destitución. ¡Qué horror!, este pobre.
Tal vez la estrategia de la manipulación, la de la doble cara funcionaba antes, pero ahora que la gente abrió los ojos, las cosas son diferentes. La gente exige castigo a la corrupción. Eso deberían estar pidiendo los diputados del PRI y de paso dejar las prácticas violentas contra sus compañeras.
