Escrito por Azhar Goraya
El Profeta Muḣammad (sa), el profeta de la religión del Islam, es un ser humano que ha sorprendido a todos los que leen su historia, tanto musulmanes como no musulmanes. Iletrado, sin poder o reino, dejó una marca indeleble en la historia que incluso hoy continúa inspirando a los que lo conocen. Thomas Carlyle, en su libro HÉROE COMO UN PROFETA, simplemente refiere asombrado:
“¿Cómo un solo hombre pudo fusionar las tribus en guerra y los beduinos errantes en la nación más poderosa y civilizada, en menos de dos décadas?”
Permítanos continuar describiendo su vida, desde el momento de su emigración desde su ciudad natal de la Meca a la ciudad de Medina.
El profeta en medina (27 de junio de 622 A.D., 1 A.H. o el primer año después de la Hijrah)
Los musulmanes de Medina estaban muy contentos de recibir al Santo Profeta (sa) y a sus compañeros. El Profeta (sa), en primer lugar, compró un pedazo de tierra en Medina y puso las bases de una mezquita, llamada Masyid-e-Nabawi (La Mezquita del Profeta).
Los fieles de Medina extendieron su plena cooperación y ayudaron al Santo Profeta y a sus compañeros. El Santo Profeta les llamó Ansaar (Ayudantes).
Los musulmanes de La Meca, que emigraron de la Meca por el bien de Al-lah, dejando atrás todas sus posesiones, se llamaron Muhaayiroon (emigrantes).
El Santo Profeta estableció formalmente vínculos de hermandad entre individuos de los dos grupos.
Las batallas en defensa del Islam
Cuando los Quraish de la Meca se dieron cuenta de que los musulmanes estaban tratando de establecerse en Medina, decidieron eliminar el Islam invadiendo Medina.
Los musulmanes se vieron obligados a luchar en defensa propia. Algunas de estas batallas se mencionan a continuación:
Batalla de Badar (Enero 624 A.D, Ramadan, 2 A.H)
Un ejército bien equipado de más de 1.000 guerreros de la Meca partió de Meca para invadir a los musulmanes en Medina. Abu Yahal era su comandante.
El Santo Profeta con 313 musulmanes mal equipados enfrentó al otro ejercito en Badar, un lugar cerca de Medina. En una feroz batalla, los habitantes de Meca perdieron setenta hombres incluyendo a su comandante, Abu Yahal; el peor enemigo del Islam.
Los musulmanes, por la gracia de Al-lah Todopoderoso, quedaron victoriosos y perdieron solo catorce hombres en la lucha.
Batalla de Uhud (625 A.D ; Shawwaal, 3 A.H.)
En un año, los meccanos volvieron a estar en camino a Medina para vengar la humillante derrota en Badar. Pero esta vez, tenían una fuerza bien armada de 3000 soldados con Abu Sufyaan como su líder. El Santo Profeta (sa) marchó fuera de Medina con casi 1000 hombres. Antes de llegar a Uhud, Abdullah Bin Ubay traicionó a los musulmanes y se retiró con sus 300 hombres hipócritas, dejando sólo con 700 hombres al Santo Profeta (sa).
Al principio, los musulmanes lucharon con tanta valentía que los meccanos estuvieron huyendo.
Al ver esto un grupo de cincuenta musulmanes que fueron designados para pasar por la montaña situándose en la parte trasera, comenzó a dejar su posición. (Corán, 3:153-155)
Jalid Bin Waleed, uno de los comandantes de Mecca, vio que la apertura estaba ahora sin vigilancia. Pronto, reunió a sus hombres huyendo y atacó a los musulmanes por la parte trasera. Los musulmanes sufrieron grandes pérdidas. Incluso el Santo Profeta (sa) fue herido cuando le fue arrojada una piedra y le rompió dos de sus dientes, cayó inconsciente entre el montón de musulmanes muertos. Pero el ejército de Meca no pudo alcanzar su objetivo principal, porque pronto los musulmanes dispersos se reunieron alrededor del Santo Profeta (sa), y los Mecanos abandonaron el campo de batalla.
Para aprender más acerca del Islam puede asistir a los reuniones acerca del Islam, oraciones, clases de árabe, estudios del Corán, Hadiz y libros del Mesías Prometido.
La Mezquita de la Comunidad Musulmana Ahmadía (Calle 60 x 51 No. 453ª, Centro de Mérida, Yucatán)
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