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El proceso de ingreso a la UADY, primero debe ser lo académico

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Lo que una universidad debe fomentar es la excelencia académica. Esta se mide a partir de una evaluación objetiva del conocimiento, habilidades y actitudes que es lo que integra una competencia. La última difícil de medir, pero no las dos primeras. Las pruebas son instrumentos que estandarizadas nos permitan perfilar el grado de conocimientos y habilidades que un sustentante posee.

Hace unos 20 años la UADY dio un gran paso al convenir con el CENEVAL los procesos de admisión tanto en preparatorias como en las facultades. Esto acabó con el mercado de las “palancas” o “recomendados” que tanto daño hacían a las aspiraciones de estudiantes con capacidad que no tenían el recurso del amigo o padrino para ingresar a la llamada “alma mater” de Yucatán.

Hoy el proceso de ingreso a la conocida Preparatoria Tres está cuestionado por padres de familia que no se explican que sus hijos, aún con mejores calificaciones en la prueba de admisión no lograron entrar, mientras otros, con menores puntajes si lo hicieron. Como explicación las autoridades universitarias explicaron que para este caso se aplican dos criterios: (1) un diagnóstico socioeconómico y (2) la prueba del Ceneval. Por lo cual, si aspirante logra una buena calificación en la prueba de conocimiento del Ceneval pero no logra “pasar” el estudio socioeconómico, su posibilidad se trunca.

Se entiende que la Unidad Académica de Interacción Comunitaria, tal y como denomina a la UADY oficialmente a la Prepa Tres, es un desarrollo educativo para abatir el rezago educativo en una zona sur de la ciudad que constituye un reto social por las carencias que persisten.

Pero resulta grave que la Universidad tome un criterio que carácter subjetivo como es un estudio socioeconómico que subordine a este la excelencia, conocimiento o desempeño académico demostrado en una prueba. Más cuando le permite no solo la inscripción, sino también, la presentación de la prueba. En una igualdad de oportunidades los que presentan debe tener la misma oportunidad para entrar dependiendo de lo que demuestren en ella.

Hay casos que llaman la atención. Particularmente una chica logró tener una buena calificación por encima de otros que sí lograron entrar. Lo malo para ella es que su familia logra gestionar un apoyo económico para mejorar la condición de su vivienda. Esto para el “estudio socioeconómico” fue un factor negativo que le impidió a la aspirante con buen desempeño no entrar a estudiar su bachillerato.

Tal parecería que para la UADY es más importante quedarse “jodidos” para entonces si tener una oportunidad para estudiar en la Prepa Tres. Lo malo es que hay una política social amplia, tanto por el gobierno estatal y municipal, para abatir los rezagos y carencias sociales que se contrapone a la oportunidad para que hijos de familias beneficiadas, con capacidad y buen desempeño académico, aspirar a tener estudios universitarios.

Todo esto en el contexto de que los estudios de educación media superior constitucionalmente son obligatorios. El Estado como las instituciones públicas que reciben por lo tanto dinero del erario deben realizar esfuerzos para que no se queden excluidos nadie y se cumpla lo que es un derecho humano, fundamental y constitucional.

Se comprende que ante la falta de una infraestructura la UADY tenga que aplicar una prueba selectiva. Pero este mecanismo debe ser más claro y objetivo. Porque no se debe abonar en la sociedad más inestabilidad e incertidumbre en las instituciones y sus procesos.

Por lo cual se debe reorientar el proceso de selección de la Preparatoria Tres. Dejar que el examen de Ceneval objetivo del desempeño académico determine la lista de prelación para ingreso. U otra medida podría ser que el estudio socioeconómico sea un filtro anterior a la prueba escrita. Así el aspirante que “no cumpla con el estándar” que justifica la función social de la institución no se convierta en un obstáculo para que un joven puede optar por otra institución o sistema de educación media superior.

Que se busque la excelencia académica… que el proceso de admisión a educación media no esté supeditada a una situación de carencia económica. Esta se puede combatir a partir de estar preparando y formando a los mejores estudiantes. No al revés.