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 Profeta Muḣammad (sa): La Tregua de Hudaibiyah

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Escrito por Azhar Goraya

El Profeta Muḣammad (sa), el profeta del Islam, siempre era un hombre de paz y tranquilidad. Sus enseñanzas también emanan mucha luz sobre este punto. Hay mucho énfasis en el Islam en mostrar paciencia y no ser agresivos frente otros. Sin embargo, el Profeta Muḣammad (sa) y sus seguidores fueron forzados a defender sus vidas contra los ataques de sus oponentes, que querían matarles y así acabar con la religión del Islam. 

A continuación, presentamos algunas batallas de su vida y también la tregua de Hudaibiya: 

Expulsión de Banu Nadeer (624 A.D., Rabi-ul-Awwal 4 A.H.)

Después de la batalla de Uhud, el Santo Profeta (sa) escapó por poco de un intento contra su vida, hecho por Banu Nadeer, una tribu judía. Como resultado de esto, el Santo Profeta (sa) les ordenó que abandonaran Medina. La mayoría de ellos se establecieron en Khaiber y comenzó la instigación a los Quraish contra los musulmanes. Los Quraish ya estaban alarmados por la expansión del Islam a pesar del revés recibido por los musulmanes en la batalla de Uhud. 

Batalla de Khandaq (Zanja) o Ahzaab (627 A.D., Shawwaal 5 A.H.)

Los Meccanos, junto con sus aliados judíos, marcharon una vez más sobre Medina, bajo la dirección de Abu Sufyaan. Las estimaciones de su ejército oscilaban entre diez y veinte mil. El Santo Profeta (sa) tenía sólo unos tres mil hombres bajo su mando. Siguiendo el consejo de su compañero Salman Farsi, el Santo Profeta (sa) ordenó a sus hombres que cavaran una trinchera defensiva, de aproximadamente una milla de largo, el lado abierto de Medina. 

Los habitantes de Meca se sorprendieron al ver que su entrada en la ciudad había una zanja. Acamparon a poca distancia de la zanja y Medina fue sitiada por un mes. Hicieron intentos continuos de cruzar la trinchera, pero fracasaron. Al fin, la ayuda de Dios vino en forma de una noche tempestuosa, cuando un viento feroz apagó la hoguera en frente de su campamento. Ellos lo consideraron una mala señal que les alarmó tanto que empezaron a salir del lugar en pánico. 

A la mañana siguiente, los musulmanes se sorprendieron al ver que la llanura estaba vacía al otro lado de la zanja. 

Bai’at-e Ridwaan y la tregua de Hudaibiyah (628 A.D., 6 A.H.) 

En 628 A.D., el Santo Profeta, después de ver en un sueño que visitó la Ka`bah, se decidió a realizar ‘Umrah (un tipo de peregrinación a la ciudad de la Meca). En febrero (mes de Dhul-Qa’dah), dejó Medina para ir a la Meca, con casi 1400 de sus compañeros. 

Él acampó en Hudaibiyah, un lugar cerca de la Meca. Los Quraish no estaban dispuestos a permitir entrar a los musulmanes en la Meca y envió una gran fuerza para interceptar a los musulmanes. 

El Santo Profeta (sa) envió a Hadrat Uthman como su mensajero a los Quraish, para informarles que los musulmanes sólo querían realizar ‘Umrah. Pero el rumor de que Hadrat Uthman había sido asesinado por los Quraish perturbó al Santo Profeta (sa) ya sus compañeros. Se sentó bajo un árbol e invitó a sus compañeros a hacer un juramento llamado Bai’at-e Ridwaan. Ellos prestaron el juramento en completa sumisión y resolvieron sacrificar su vida por la causa del Islam. Los Quraish, al oír de este compromiso se volvieron más flexibles y se llegó a un acuerdo por un período de diez años entre los dos lados conocido como la "tregua de Hudaibiyah". Las condiciones de esta tregua aparentemente eran unilaterales y parecían incluso humillantes para los musulmanes pero de hecho esto allanó el camino para la victoria final sobre La Meca.

 

 

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