Derrame de ácido en las calles de Mérida. Atrapen al autor intelectual.
Y cuando creímos que en Mérida éramos civilizados todos, pues que no, y nos va apareciendo un individuo con una idea tan sucia que emocionó a sus secuaces y se dieron a la tarea de vaciar ácido en varias calles recién pavimentadas de la Ciudad Capital. ¿A quién se le ocurrió semejante idea?.
En toda historia, siempre hay un creativo. Solo uno. Y ese suelta la idea, y los demás lo secundan. Retroalimentan. Pero uno, uno es la clave.
Y como en Mérida también hay individuos perversos, pues cundió el escándalo. Y con él, nos metimos todos en una dinámica de “sospechosismo”, confrontación, guerra sucia en las redes sociales, giras de los regidores, acusaciones de un lado, acusaciones de otro, cartas del Alcalde, insidia por aquí, insidia por allá, confusión, intranquilidad, incertidumbre, risas, carcajadas, caras largas, caras tristes, caras angustiadas, en fin, de todo.
Y las preguntas clave son: ¿quién es el autor intelectual del asunto?, ¿cuándo se le ocurrió?, ¿por qué se le ocurrió?, ¿quiénes son los cómplices?, ¿en qué bando juegan?, ¿es fuego amigo?, ¿es fuego enemigo?, ¿qué tipo de ácido se regó en las calles?, ¿qué cantidad fue regada?, ¿nadie fue testigo de los hechos?.
Se acusa de vandalismo y de guerra sucia, cualquiera que sea, todo huele al 2018. Me queda claro que ya nos contagiaron su paranoia. Por un lado el PRI, por el otro el PAN y lejos, muy lejos, la ciudadanía. Los que realmente perdemos somos los ciudadanos, que somos los que aportamos con nuestros impuestos los mil millones de pesos para obras públicas que el Alcalde Mauricio Vila está ejerciendo. Por cierto ¿quién le dio a Vila esos mil millones de pesos?, ¿de quién fue la idea?, bueno, ya me salí del tema.
Regreso, el derrame de ácido en las calles nuevas, es un acto de vandalismo, todo un caso. Por eso urge que la Fiscalía determine quién es el autor intelectual. Para ello, debe atrapar a los que vertieron el ácido. En esa tarea debemos coadyuvar todos, incluso los vecinos que hay en la zona donde se cometió el delito.
Mérida vive el escándalo por un acto tan mezquino y vandálico, propio de una mente sucia y perversa. Sí. Bueno así hay muchos en la política. Recuerdo cuando otros seres perversos, o quizá los mismos, no sé, con las malditas dudas, sembraron basura en los tiempos del ayuntamiento que dejó Angélica Araujo Lara y que continuó Alvaro Omar Lara.
Penoso el hecho, por vulgar. Meridanos están dañando a su Ciudad. Eso es inconcebible. Políticamente van perdiendo los malos. Y en esa lucha, la pregunta es ¿a quién le cree la ciudadanía?.
Me emociona la pregunta ¿quién sale ganando políticamente con este acto vandálico?, pero más la respuesta. Unos aseguran que esto tenía toda la intención de “bajar” al Alcalde como potencial candidato a la gubernatura del estado y otros, que él es el que gana pues lo han victimizado. ¡Cielos!.
Urge saber quién fue el autor intelectual y los autores materiales de este acto de vandalismo. Mérida lo exige, los meridanos lo demandan.
