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Regidora de MC Milagros Romero informa sobre inconsistencias en el rastro municipal

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Mérida, Yucatán. 1o de marzo de 2017.- Desde el año 2016, emprendí una seria y constante revisión al manejo de los recursos en el rastro municipal, la cual surgió desde el día 15 de Abril cuando llegué de improviso y no encontré en el centro de trabajo a ningún titular administrativo como son el director, la jefa de administración y finanzas, el contador, el jefe de compras y el jefe de matanza.

Así como también constaté que empleados de contrato trabajaban como responsables de un área encomendada a otros y a la vez el jefe de compras estaba lavando ropa en la lavandería. El mundo al revés…

Ante tal desorden y violación a los reglamentos de trabajo, pedí el listado de asistencias de quienes deberían checar entrada y salida según el reglamento y me encontré con que era de uso normal el no respetar los acuerdos que el reglamento aplicable a la paramunicipal señala para todos los empleados por igual.

Eso derivó en la observación realizada en cabildo de la discrecionalidad unipersonal con la que el encargado del rastro manejaba a la paramunicipal y posteriormente en la revisión de una serie de adquisiciones hechas sin lógica y sin cumplir con los objetivos primigenios de un rastro como son: brindarnos la carne para consumo con parámetros de buena matanza, servicio de conservación de la carne y cobrar a precios proporcionales al servicio.

En vez de eso, se rentó una planta de luz para emergencias cuyo costo de renta por unos meses, equivale al precio de compra de una nueva, la que además ha presentado fallos y no ha funcionado en todas las ocasiones que se ha necesitado.

Se alumbró una cancha de futbol para empleados, pero no se tienen funcionando bien las neveras para conserva de carne.

Los abastecedores se quejaron de no ser recibidos y tuvimos que hacer una sesión de comisión de paramunicipales  en el mismo rastro para que sean atendidos, después ya el director hizo para los amigos, una reunión posterior pero sin cumplir con la formalidad de  informar a la comisión que lo supervisa.

Estos hechos, ciertamente influyeron en la decisión del Alcalde en remover de su encargo al director del rastro y desde el día en que fue informado, han surgido una serie de reclamos y protestas de un grupo de empleados, así como versiones sin sustento acerca delos supuestos motivos oscuros del despido de este funcionario. 

Lo mediático de las redes sociales así como el anonimato de quienes ahí participan, junto con los cobros de favores de algunos comentaristas o pesado “políticos” ha derivado en una serie de afirmaciones sin ningún sustento: Dicen que el empleado me cae mal, que tengo fijaciones, que por mi culpa lo cesaron, que hay arreglos políticos, que fue un capricho mío, que no represento al movimiento ciudadano…. Esas afirmaciones  deberán sustentarse en pruebas, de otro modo degrada a quienes la emiten como  personeros de intereses egocéntricos y mezquinos.

En su momento,  acudí por mi propio y personal derecho al rastro, acompañada de mi asistente, Santiago y pedí ver y platicar con la planta laboral que ahí se encontraran trabajando,  tanto municipales, como sindicalizados y de confianza. Así mismo he ido en otras ocasiones como integrante de la comisión.

En respuesta, como consecuencias derivadas de las investigaciones hechas este último año, el día de la sesión de cabildo en la que se releva de puesto al director del rastro municipal, decenas de hombres me esperaban con pancartas difamatorias, consignas y actitud hostil y amenazante.

No puedo creer que una sola persona, tenga más valor civil que una turba de hombrones que  tenían  la boca sellada al verme pasar  y la cara tapada con cartelones.

¿Que el valor civil no les dio para acercarse a hablar y decirme lo que escribieron?

¿Yo fui solita al rastro y los busqué desde hace un año…ellos en grupo no pudieron hacer lo mismo y buscarme para dialogar?

De la misma manera, afirmo, que mi trabajo se ha hecho con claridad y con pruebas…quien tenga algo que objetar y sea veraz y con valor civil, que lo demuestre. De otro modo, no será digno de que los ciudadanos le brinden su confianza y respeto.

Ya sabemos que de esta clase de políticos, está lleno el camino tortuoso de la democracia y la confianza ciudadana, pero en la comunidad está la responsabilidad de depurarlos si algún día tienen la ocurrencia de postularse a una cargo de servicio público.

De esta servidora, tengan la confianza de que entrego cuentas, no recibo moches, no pido a nadie que me “agradezca” mi apoyo y que siempre estaré dando la cara por mis acciones y mis votaciones.

Hasta el día de hoy, me siento orgullosa de trabajar para los meridanos desde el Movimiento Ciudadano.

Yo surgí de una campaña en la que  buscamos valientes y hoy lo que más me indigna es ser denostada por cobardes.