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Rumbo al 2018: agradar a los mexicanos es casi una misión imposible

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¿Agradar a la población, es una misión imposible?

lopez obrador agosto 2016Un político de altos vuelos, con cargo muy alto en el gobierno federal me dijo que agradar a la población era algo así como “una misión imposible”. Y es que, según él, la gente siempre critica y siempre está inconforme. “Hagas lo que hagas siempre te reclamará algo”, precisó.

Le pregunté si no tenían miedo de estirar la liga y finalmente romperla, situación que derivaría en una derrota electoral en el 2018 a manos de Andrés Manuel López Obrador, me respondió que no habría posibilidad alguna de ello, pues se trata de que no gane el “peje” y en esas condiciones tanto el PRI como el PAN se saben poner de acuerdo.

Su respuesta me hizo pensar seriamente en la posibilidad real de que López Obrador gane la presidencia de México en el 2018. Admito fue inevitable poner en los ojos en esa situación. Es como una bola de nieve, que se deja venir lenta pero a paso firme.

El PRI está sufriendo un desgaste severo y a pasos agigantados ante la realidad que lo rebasa. Las presiones económicas a nivel mundial no han sido un aliado para el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, lo que lo ha llevado a hacer ajustes muy serios en la política económica nacional. La baja en los precios del petróleo ha sido una constante para México, lo que ha conducido al país a ver reducido su margen de maniobra económica, pues se acabaron los excedentes petroleros que en sexenios anteriores le dieron al país grandes bolsas.

Al Presidente mexicano no le ha salido prácticamente nada, dijo que con las reformas energéticas bajarían las tarifas de la luz eléctrica y en vez de ello, han subido. Los precios de las gasolinas recientemente se han incrementado. Y con ello también se ha incrementado la desconfianza en su gobierno.

Al severo desgaste dentro del terreno económico, se suman los grandes problemas que han mantenido al país en vilo por la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, los destrozos que han ocasionado los “maestros” de la CNTE, la violencia en diversos estados de la república, y para acabarla de “amolar”, el gobierno ha tenido que soportar a los gobernadores de Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo.

Amén de los escándalos por la Casa Blanca y el famoso “perdón presidencial”.

Voltear a ver al PAN como una alternativa no es viable. Toda vez que Margarita Zavala Gómez del Campo es una mujer que nos debe más de una explicación por el desgobierno de su esposo, Felipe Calderón Hinojosa, que puso al país al borde de un estallido social.

Al PRI solo le queda un camino, y es el de retomar los hilos del poder y meterle acelerador al asunto.

El amigo me comentó “nos pudieran meter a (José Antonio) Meade como candidato presidencial” y mi respuesta fue, “chispas”

Debo decir que la gente está harta de tanta mentira y de tanto cinismo. Por ejemplo, el caso de unos hijos de políticos encumbrados que recién acaban de ser nombrados delegados y funcionarios de primer nivel en el gobierno. Eso molesta mucho a la gente. Cosas como estas sí dañan toda posibilidad del Tricolor.

Me planteo esta pregunta, rumbo al 2018, ¿cómo puede el PRI – gobierno agradar a la gente de nuevo?. La respuesta está en los gobernadores. Como siempre, en los gobernadores. El PRI en el 2016 no dejó a sus gobernadores operar todo el proceso electoral y los resultados fueron catastróficos.

Si me preguntan y toman en cuenta mi punto de vista, yo le sugeriría al PRI, dejar en manos de los gobernadores el proceso electoral 2018 y postular a la presidencia de la república a una mujer.

En Yucatán el Gobernador Rolando Zapata Bello está bien calificado y es un gran operador político, déjenlo decidir libremente quien será el próximo candidato a sucederlo por el PRI.

Y México tiene a una mujer yucateca, con tamaños de verdad para dar la pelea. Ahora que ha llegado el momento de remar contra la corriente.

Si el PRI no toma buenas decisiones, López Obrador sería el próximo presidente de México y ahí sí, ni chillar ayuda.