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Rumbo al 7 de junio, la Visión de Caronte: Abstencionismo y rechazo

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miguel hernandez vision de caronte 1 junio 2015LA VISIÓN DE CARONTE

Abstencionismo y rechazo

Por Miguel II Hernández Madero

 

Inmersos en una campaña de desgaste y  descalificación de los respectivos contendientes, los partidos políticos y sus candidatos (unos más que otros), parece que han perdido de vista el nombre de su principal enemigo: el abstencionismo.

Esto es comprensible desde un punto de corta visión,  pues al tener en la mira únicamente el ganar “aunque sea por un voto” a los partidos políticos y sus candidatos  les importa un carámbano si hay abstencionismo o no. Total con un  sufragio ya se legitimó el proceso.

Por el otro lado tenemos a quienes dicen que no van a votar porque “quieren cambiar las cosas” y esa es su manera de hacer ese cambio. Eso suena como inconformarse con una vida de pobreza y no hacer nada, simplemente dejar que las cosas pasen.

Igualmente se da el caso de buscar el cambio y demostrar el rechazo con la anulación del voto. Cierto, así se demuestra el rechazo a la clase política, pero en realidad sabiendo de antemano que no habrá resultados. Si esperan al anular los votos los políticos sentirán culpa y no podrían vivir con el remordimiento, pues están ligeramente desubicados.

La falta de confianza en las instituciones políticas, a las cuales se acusó de fraudulentas, primero, y con titulares inmersos en escándalos mediáticos actualmente; no contribuye a un clima de estabilidad electoral.

El riesgo es grande, pero no en el sentido de que los partidos políticos tengan miedo al abstencionismo, sino en el sentido de que eso sería menoscabar, aún más, a la administración pública, sea del partido que sea, y con ello el crimen organizado y la inseguridad crecería en perjuicio de todos los mexicanos. Frente a un Estado débil, el poder es ejercido por grupos fuera de la legalidad.

México necesita fortalecerse frente a ese enemigo interno que se da el lujo de realizar demostraciones de fuerza y desafiar abiertamente a las autoridades. Abstenerse es simplemente dejar que las cosas sigan igual.

Es preocupante que en torno a este tema haya mucha desinformación, tomemos como ejemplo como hace unos días una joven promotora increpó a Rigoberta Menchu el que estuviera promoviendo el voto. Su principal argumento fueron las desapariciones de personas ocurridas en los últimos años, incidente que fue aprovechado mediáticamente, pero sin señalar que son desapariciones causadas por el crimen organizado y no, como en otros países, realizadas por el Gobierno.

Llama poderosamente la atención que quienes han enarbolado la bandera de las inconformidades sociales en el pasado, estén rechazando ese abstencionismo, como es el caso de AMLO y del Subcomandante Marcos, quien señaló que el EZLN no lo promueve ni lo promoverá.

En una semana exactamente sabremos si nuevamente el abstencionismo habrá vencido. Pero lo ideal es que ahora el pueblo mexicano tome el voto efectivo, como la auténtica y poderosa arma que tiene a la mano para lograr el cambio, sin necesidad de salir a calles a derramar su sangre. Quizá sea de los últimos llamados que tengamos todos para evitar que el país se nos salga de las manos.

Nos leemos en la próxima…