¿Sabrá Renán que al terminar su gestión, se le acaba el fuero?

*Artículo actualizado al 31 de mayo del 2015, el original se escribió en febrero del mismo año.

¿A dónde irán a parar los 61 millones de pesos asignados a obras del Ramo33 en comisarías y colonias de Mérida?… ¿sabrá Renán Barrera Concha que al terminar su gestión, se le acaba el fuero?.

La verdad es que tengo la gran duda, porque no puedo creer que un gobernante ponga en riesgo todo, creyendo que el tiempo no se extingue. Los plazos siempre se cumplen. Y en este caso, la gestión municipal de Renán Barrera termina en agosto. Exactamente en 60 días.

A Renán Barrera le condena su incongruencia, su falsedad y su irresponsabilidad como alcalde. Hoy se trata de los 61 millones asignados a obras del Ramo33. Un tema específico que merece mención precisa.

Lo elemental en todo acto de gobierno que ejerce recurso público, es la transparencia. Cosa que no se cumple en la asignación de las obras que el Ayuntamiento de Mérida ha realizado.

No se sabe quiénes son los beneficiarios, ni cuáles fueron los criterios para seleccionarlos. Menos se conoce el universo de las solicitudes.

En la revisión de los expedientes, los regidores del PRI han detectado que están incompletos. En muchos, no se tiene firmada la solicitud respectiva.

Es evidente que la prisa le llegó al alcalde de Mérida. La opacidad es un sello distintivo de su administración. Porque también lo hizo durante los años anteriores (2013 y 2014). Periodo durante el cual, ha sido sujeto a denuncias concretas por los regidores priístas, así como también de la Asociación, Acciones Líderes, que ha demostrado la doble intención de favorecer predios de familiares de funcionarios y amigos cercanos al alcalde (entre ellos su hermano Jorge Barrera Concha y el hermano del candidato a la alcaldía de Mérida, Mauricio Vila Dosal). La carretera a Temozón ejemplifica con certeza lo dicho.

Mal ejemplo el que da este Ayuntamiento, que es presidido por el presidente de la Asociación de Alcaldes Panistas en México y también preside la Conamm.

Mal se ve el alcalde Renán Barrera Concha exigiendo al gobierno federal que respete los derechos de los municipios con respecto al mando único, y al mismo tiempo, violar flagrantemente el espíritu que rige la transparencia y la rendición de cuentas.

Mal se ve la administración del frustrado candidato a diputado plurinominal federal y estatal, cuando acusa que hay una embestida del gobierno del estado, e incumple una resolución de la autoridad judicial, incurriendo en desacato.

Mal anda Mérida, cuando para tirar el dinero público traen a Enrique Iglesias a amenizar el carnaval 2015, evento del que tampoco rinden cuentas claras.

———- Los pendientes.

En medio de este escándalo, se asoman los actos de corrupción denunciados ante la Contraloría, y que están pendientes de resolverse.

Aún los meridanos no sabemos hasta cuándo seguirá la impunidad por el caso de la corrupción en la Ventanilla Única, donde otro funcionario y su esposa son beneficiarios al rentar el predio de su propiedad a la Comuna.

Tampoco se han aclarado las cuentas del carnaval 2014, ni se ha dictaminado sobre las denuncias contra el Ayuntamiento y varios funcionarios, por el pago a empresas fantasmas que presentó el PVEM en Mérida.

Los viajes de la esposa del alcalde, caso conocido como la “esposa viajera”, tampoco se ha resuelto. Los meridanos, no sabemos las razones ni el destino de los gastos erogados por la esposa en su viaje a España e Italia a finales del año 2013.

En fin, Mérida tiene un alcalde que gusta de usar un doble discurso. Condena a los de enfrente y ampara a los de casa. Dos ex funcionarios fueron exhibidos en la sesión de Cabildo del 6 de febrero por la tarde, por firmar documentación relativa al Ramo33 cuando ya estaban inscritos como pre candidatos a puestos de elección popular. Se trata de Róger González Herrera, pre candidato a diputado por el V distrito federal; y de Salvador Chapa Cortés, pre candidato a diputado por el V distrito local.

Conforme avanza el tiempo, el alcalde nos demuestra que poco le importa el riesgo. Alguien le tiene que decir que al terminar su periodo de gobierno, se le acaba el fuero.