El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, compareció ante el parlamento catalán en Barcelona para solicitar la suspensión de los efectos de la declaración de independencia que se esperaba podía realizar este martes a favor de promover el diálogo con España.
La comparecencia de Puigdemont tiene lugar 10 días después de la celebración del referéndum sobre la independencia de Cataluña, declarado ilegal por la justicia española y en el que obtuvo la victoria delsí, con un 90% de los votos, y en el que participaron 2,3 millones de personas (un 43% del censo).
La ley del referéndum, aprobada por el parlamento catalán a principios de septiembre y suspendida por el Tribunal Constitucional español, establece una declaración de independencia formal que daría inicio a un "proceso constituyente".
Esta declaración, sin embargo, no sería reconocida por el gobierno español,que ya anunció antes de la comparecencia del líder catalán que tomaría medidas.
"Si se declara unilateralmente la independencia, esto no va a producir efectos, y le corresponde al gobierno de España, a través del Senado, adoptar medidas", alertó la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, quien apeló horas antes de la comparecencia de Puigdemont a que reflexionara para ser "justos" y evitar la "ruina" que considera que supondría una declaración unilateral de independencia.
En respuesta por la oposición se le ha recriminado el hecho de que la política separatista ha dividido a los catalenes, además de que no cuentan con el apoyo y respaldo de los demás líderes de la Unión Europea.