Inicio Noticias Ciencia y tecnología Tecnología y plataformas de fondeo impulsan a escritores autónomos

Tecnología y plataformas de fondeo impulsan a escritores autónomos

861

 

El camino de un autor independiente no es fácil, pero hoy gracias a las nuevas tecnologías, la evolución que ha tenido el modelo de negocio del ramo editorial y a diversas alternativas de financiamiento de proyectos que se han ido consolidando, ya es algo más tangible, no exento de obstáculos, pero mucho más accesible que hace poco más de una década, cuando Susana Silva publicó su ópera prima Café Toscana, que está por ver su quinta edición.

 

Ganadora del Premio Naucalpan de las Artes 2008, la novela de Silva fue la punta de lanza de un sueño largamente acariciado: ser escritora. Un punto de inflexión en la vida de esta contadora pública de profesión que, a partir de entonces emprendió un azaroso camino que se reduce a dos novelas publicadas, un recetario práctico para ser feliz y dos novelas cuya impresión será bajo demanda.

 

Lo que me queda claro después de estos poco más de 10 años es que no basta con tener talento, porque además de empuje, empeño y trabajo constante, se necesita de un poquito de suerte, “y con ello me refiero a tener acceso a contactos, recomendaciones, e incluso la simpatía de la gente que toma las decisiones ejecutivas en el mundo editorial”.

 

En charla con Litoral, la autora capitalina recuerda que, de haberse conformado con los dictámenes no favorables de sus obras, Café Toscana, hoy con la quinta edición por ser publicada, simplemente no habría existido; “en su momento el dictamen reportaba que (la novela) no era comercial.

 

“Como independiente –continúa- uno mismo tiene que realizar todos los roles, además, partimos de la premisa de que, aunque el sueño es vivir de esto, en la realidad debemos subsistir económicamente a partir de otra profesión o trabajo y casi siempre estamos cortos de presupuesto para realizar la promoción en medios y todo lo que hay detrás de la publicación de una obra”.

 

En su caso, dice, la inversión en la primera edición de Café Toscana fue considerable y la obligó a buscar nuevas posibilidades, fue así que para la siguiente novela Sonidos bajo el agua tuvo que recurrir a la ayuda de sus lectores a través de proyectos de autogestión que facilitaron la publicación en una modalidad de pre-pago, en la cual Silva es pionera, al menos en este país.

 

Lo mismo ocurrió con un tercer libro de no ficción que publicó a finales del año pasado, bajo el título Una receta práctica para sentirse feliz, que consolida una ruta que ha trazado para avanzar en sus sueños, sin depender de una casa editora y sin padecer los abusos en los que llega a incurrir el circuito de distribución.

 

“Fue muy difícil haber tenido que partir de ceros cuando comencé, pero también valoro mucho la experiencia, porque me permitió aprender en toda su dimensión del proceso editorial. Creo que el hubiera no existe, y en buena medida somos lo que somos debido a lo que vivimos y esas experiencias van marcando el carácter, no sólo de nosotros, sino de nuestros personajes”, puntualiza Silva.

 

Desde luego que le hubiera gustado tener más oportunidades de inclusión en un medio tan cerrado y selectivo como el editorial, porque al final, de lo que se trata es de llegar a un mayor auditorio, pero entiende que la competencia en medio de un mercado tan nutrido limita las posibilidades de cualquiera, muy en particular cuando se trata de la asignación de recursos para la promoción de las obras, sobre todo en el caso de los independientes.

 

No obstante, sostiene, todo el camino andado se capitaliza, la persistencia por encontrar mayor apoyo a través de una editorial tradicional sigue siendo una posibilidad que no ha desechado. Sólo que aquí el camino tiene además un filtro adicional, el de conseguir un representante, lo cual resulta tan complicado y tortuoso como conseguir una respuesta positiva para la publicación de algún material.

 

Después de muchas solicitudes, Silva consiguió abrir la rendija de la puerta y ser representada por una agencia literaria de gran prestigio en España, pero ahí todo vuelve a depender de una especie de suerte, la de simpatizarle a quien sea que tome la decisión, que la temática de la historia coincida con las tendencias del mercado o que no se atraviese nada en el camino.

 

Aclara que aún para quienes han logrado posicionarse como autores publicados en alguna editorial, la lucha apenas comienza, “porque digamos que aquí ‘el tamaño sí importa’, la talla del escritor incide en el peso de la promoción que se da a sus obras, al igual que el tiraje o la cantidad de presentaciones y entrevistas que se le consiguen.

 

En cuanto al esquema de distribución bajo el cobijo de una editorial, comenta, el lado positivo es que ellos controlan todo el proceso, pero eso puede volverse negativo, pues la decisión del tiraje, puntos de venta y promoción dependerá absolutamente de ellos, y en virtud de que los modelos de distribución han cambiado y demandan de un pago por adelantado, además de una cuota al final por mover cada libro, adicionales a la comisión pactada por los que se hayan vendido, tal situación resulta insostenible para los independientes cuando de dar visibilidad a las obras en puntos de venta se trata, y ahí es donde plataformas como Amazon se convierten en una opción de gran viabilidad.

 

Sobre qué les diría a quienes como ella persiguen el sueño de ser escritores, señala que, si bien todos desean vivir de sus regalías, hay que ser conscientes de que mientras eso ocurre hay que encontrar soluciones prácticas para que ese sueño sea sustentable. En ese sentido, la autogestión, las plataformas de fondeo, el uso de las redes para difusión de su obra, o la utilización de los servicios de la impresión bajo demanda que ofrecen ciertas editoriales son altamente recomendables, para no sucumbir en el intento.

 

Claro que todo ello es posterior al momento de preguntarse si escribir es lo que les hace felices, porque habrá muchos empellones, obstáculos, sinsabores, desilusiones, críticas constructivas y destructivas, las más, pero si al final del día, la producción de ese mundo con situaciones, personajes, emociones y espacios que se han escapado de su mente, les rinde placer, entonces ¿por qué no hacerlo?

 

“Las expectativas se vuelven un peso muy fuerte sobre nuestros hombros: ¿le gustará a los lectores, se venderá, me publicará alguna editorial? Aunque al final todo se reduce a lo bien que los haga sentir, a qué tanto nos gusta escribir, por eso sigo andando el camino, porque este proyecto me apasiona; en contra parte, si te mortifica no escribir un Best-Seller o te agobia que no haya la respuesta que esperabas, desiste. Sólo persiste si crees en ello, porque si escribir dejó de ser algo que te divierte, entretiene, apasiona o encanta a ti, será mejor olvidarte de ello, porque entonces es probable que a quienes te lean les pase lo mismo”.

 

Actualmente, Susana Silva tiene dos novelas terminadas en espera de publicación: Bóveda Azul Cobalto y Mi amada P___, la primera reposa desde octubre de 2017 y es la primera que escribe bajo el género de novela fantástica, como parte de una saga de tres obras; trata acerca de los viajes en el tiempo, aunque no tiene un enfoque de ciencia ficción sino que se mueve en la línea del misticismo, de las herencias ancestrales, acompañadas de aprendizajes ligados con el perdón, entrelazados por la pasión, el amor profundo y la venganza.

 

Mientras que Mi amada P___ es una novela con tintes eróticos, cómicos y de romance. “Estoy en el proceso de valorarla con lectores cero -que hasta el momento afortunadamente me han reportado comentarios bastante favorables-, para volver a publicar de modo independiente, en tal caso utilizaría la plataforma de Amazon, para distribución tanto física como del ebook”, anota la autora.

 

Además, dice, tiene un buen avance del material de la segunda parte que está trabajando en paralelo con otros proyectos: una novela costumbrista ubicada en el México de 1930, y un thriller “doméstico”, que apenas comenzó, lo cual combina con colaboraciones para la revista digital Tres Tiempos, y algunos proyectos que le han resultado atractivos.