Sí, estamos a menos de un día de las elecciones más importantes en la historia de nuestro país, y lo único que nos queda ahora, es reflexionar el voto.
Tenemos varias opciones, las conocemos casi a la perfección, ya sea por sus spots o sus escándalos, y es el momento de escoger a uno de ellos que nos representará durante seis años.
Sin embargo, se han presentado ciertas irregularidades. En los últimos días hemos sido testigos de la gran guerra sucia emprendida por cada uno de los candidatos, con críticas que rebasan el límite, o descalificaciones sin sentido alguno, todo esto aunado a las constantes llamadas telefónicas, mensajes por medio de whatsapp o simples mensajes de texto donde atacan a un candidato en particular.
Claro, sin mencionar a las noticias falsas, o tergiversadas en beneficio y perjuicio de tal o cual persona, y por si esto pareciese poco, también debemos mencionar a los innumerables casos de compra de votos, o las amenazas constantes que sufren los trabajadores del gobierno, o beneficiarios de algún programa social.
A todas que lean esto y hayan experimentado alguna cosa de lo anterior mencionado, les digo, no se desesperen. Sé que se dice muy fácil, pero también sé lo complicado que resulta mantenerse firme en un contexto adverso. No tengan miedo porque este infierno está a punto de terminar, y si se prolonga confío plenamente que mañana seremos más fuertes de lo que somos hoy.
Salgamos el primero de julio y votemos sin miedo por un México que no nos infunde terror. Votemos sin miedo por un México sin miedosos, demostremos que cuando el pueblo se une, termina dando miedo y sale triunfador. Que nuestra voluntad no se vea coaccionada por los intereses de una persona que solo piensa en la rebanada del pastel que le va a tocar y no por su país.
Salgamos a votar con absoluta libertad pues el futuro de México está en nuestras manos. Votemos con libertad para demostrar que la democracia en nuestro país no es solo una palabra más en el diccionario, sino que también es un valor que debe ser practicado todos los días en nuestra sociedad. Manifestemos la voluntad del pueblo.
Y, a pesar de los innumerables que pueda tener, depositemos nuestra fe en la democracia como lo hizo Rincón Gallardo, pues solo en ese sistema podremos alcanzar la igualdad de oportunidades.
Estemos más seguros que nunca que es el momento de pararle el paso al influyentismo, la corrupción y la impunidad como lo creyó Luis Donaldo Colosio, quien sabía que el cambio con rumbo y responsabilidad no podía esperar.
Luchemos por un cambio, pero no por un cambio de amo, sino uno que nos permitiera dejar de ser perros, como lo dijo el Maquío, pues él sabía que la única forma de cambiar era moviendo las almas.
Tenemos una cita con la historia, y debemos acudir. No importa por quién votes, pero ve a votar libremente, y sin miedo, pues solo así podremos demostrar que nosotros, sí, nosotros, ya hemos despertado y jamás volveremos a dormir.
