El Presidente de México, ya se tardó en pedirle la renuncia al gabinete de seguridad, empezando por la del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirman legisladores de oposición en México. Insisten con furia. Y es que, las cosas están que arden en el país. La fuga de el “Chapo” Guzmán cimbró a la nación y permite que se declaren cosas como el que la efectividad de la estrategia contra la delincuencia no depende de la voz oficial, sino de la propia voluntad de la delincuencia. La imagen pública del mandatario está muy mal, aseguran. Y lo peor es que, el Presidente Peña Nieto tratando de ganar tiempo, se tarda en decidir categoricamente.
Tras la ya famosa fuga, ¿qué sigue?.
La fuga de el “Chapo”, nos señala que México sigue siendo un país donde la corrupción es la principal causa de que la delincuencia organizada viva y se desarrolle a plenitud.
La delincuencia a ese nivel, es un negocio, afirman.
La construcción de un túnel para hacer escapar al delincuente más buscado del país y quizá uno de los más en el mundo, nos habla de un poder económico más allá de las fuerzas públicas. El Gobierno mexicano se ve pequeño ante el poder corruptivo de la narco economía.
La Fuga, no es el tema, lo es, la incapacidad para evitarla. La prensa internacional, se suma a la nacional, que critica severamente el hecho. Estamos rebasando los límites del respeto. El porcentaje de población que cree a ciegas en la parte oficial es mínima, el resto cree lo que quiere creer.
Triste y curioso, paralelamente y de forma por demás lamentable, el raiting de la serie “el Señor de los Cielos” que se transmite por Cable y se vende hasta de forma clandestina, está por las nubes, mientras que la imagen del Presidente Peña Nieto es severamente cuestionada.
En su reciente encuesta sobre la aprobación que la ciudadanía tiene sobre 21 mandatarios de América, Consulta Mitofsky da a conocer que el Presidente Peña Nieto obtuvo un puntaje de 39% de aprobación, muy por debajo del 89% que obtuvo el Presidente de República Dominicana, Danilo Medina con 89% y abajo de mandatarios de izquierda rígida como Evo Morales que obtuvo 75% y Rafael Correa 61%.
Esta encuesta fue realizada antes de que sucediera la famosa fuga.
El mandatario mexicano incluso se ubica por debajo de los Presidentes de Centro América, Juan Hernández de Honduras, Salvador Sánchez de el Salvador y de Raúl Castro de Cuba, que obtuvieron el 47%.
Los datos completos de la evaluación se pueden consultar en el portal de la empresa encuestadora.
Sin duda, el estado de ánimo de la población mexicana no es favorable al gobierno, ni favorable para la política en general. Y en la medida en la que avance el tiempo, la desconfianza se incrementará.
Los mexicanos han llegado al punto de no saber qué decir, ni cómo actuar ante la situación que priva en la nación. “Lo único que le faltaba al país era que el “Chapo” se escapara”, se oía decir. Y finalmente, escapó.
El “Chapo” escapó mientras el Presidente estaba en Francia acompañado de su Secretario de Gobernación. Un “ligero” error que evidencia la situación que vivimos.
En México están pasando cosas que creímos se habían erradicado con la derrota del PAN en el 2012.
En México seguimos viviendo en un país donde el gobierno hace “grandes, pero insuficientes esfuerzos”.
El Presidente mexicano no debe tener reservas para cambiar lo que tenga que cambiar en su gabinete. Porque es a través de él, que gobierna este país. Y este país está convulsionado por la insatisfacción ciudadana. Los mexicanos son obedientes, a pesar de todo. Porque pueden no estar de acuerdo con los acuerdos tomados entre partidos políticos y entre poderes empresariales y fácticos, pero acatan sin protestar. Porque si protestaran de verdad al unísono en las calles, entonces estaríamos viviendo otra realidad.
La única solución para detener la decepción ciudadana, es que el mandatario mexicano tome decisiones muy serias, que envíen el mensaje de que que el liderazgo político lo tiene él y que la estabilidad social, y el bienestar de los mexicanos son su gran ocupación. Para ello, debe empezar por hacer que su gobierno capture al “Chapo”, al mismo tiempo de “darle las gracias” a los responsables. Y lanzar una cruzada contra la Corrupción, una similar a la que se emprende contra el hambre.
Las recompensas ayudan, pero no podemos pedirle a la ciudadanía hacer el trabajo que le corresponde al gobierno. Y no es que lo hagan, pero, ya no se ve como estrategia sino como un acto desesperado.
El liderazgo del Estado está en juego. Se trata de obtener respeto, legítimo respeto de la ciudadanía. Supongo que la Presidencia en pleno está consciente de esto, y que hará lo acertado, y no lo conveniente para darle solución al problema, que insisto y preciso, no es la fuga de este delincuente, sino la ineficiencia e ineficacia mostrada para evitarla. Y coincido, deben renunciar o ser renunciados los responsables, todos, sea quien sea.
Y mientras los ciudadanos nos sentamos a esperar, los vendedores de la series piratas de Televisión del Señor de los Cielos y de Pablo Escobar hacen su agosto, mitificando las figuras de los grandes capos de la droga.
La neta del planeta.- Hemos hablado de los grandes avances políticos que se han alcanzado en lo que va de este sexenio, sobre todo en materia política. Las reformas estructurales son un ejemplo a nivel mundial. Sin embargo, también hemos señalado que al Estado lo vulnera la corrupción. La Fuga de el “Chapo” pone a México como ejemplo de lo que en materia de seguridad no se debe de hacer. Y es que, para gobernar un país, no debe haber relajamiento, ni siquiera el mínimo. Supongo.
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