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Trump desoye las alertas por la guerra comercial y vuelve a amenazar a China

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SHANNON, Irlanda.- Indiferente a las advertencias de que sus políticas proteccionistas harán estragos en el crecimiento global, el presidente norteamericano, Donald Trump , amenazó ayer a China con otros 300.000 millones de dólares en aranceles a los productos importados desde ese país, lanzado a doblegar la resistencia de Pekín en la guerra comercial que sostiene sin tregua desde 2018.

“En nuestras conversaciones con China están ocurriendo muchas cosas interesantes. Veremos qué pasa. Podría subir otros 300.000 millones de dólares por lo menos y lo haré en el momento adecuado”, declaró el mandatario en el marco de una gira que comenzó con la visita de Estado a Gran Bretaña y se extendió por los festejos del 75º aniversario del desembarco de Normandía.

“Pero creo que China quiere hacer un trato y creo que México quiere hacer un gran trato”, agregó antes de subir al Air Force One en el aeropuerto irlandés de Shannon, de camino a Francia. México también se encuentra en la mira del mandatario, que amenazó con imponer aranceles del 5% a todas sus exportaciones a Estados Unidos si no mitiga el flujo migratorio hacia la frontera común.

A pesar de la referencia a las “cosas interesantes” en las negociaciones con China, no se celebran reuniones sobre el conflicto desde el 10 de mayo, cuando la Casa Blanca aumentó los aranceles al 25% a una lista de productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares, lo que llevó a Pekín a tomar represalias.

Tras un mes de distanciamiento, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, se reunirá este fin de semana con el gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang. Será en el marco de la reunión de líderes financieros del G-20 en Japón, la antesala de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que tendrá lugar a fin de mes.

Trump precisó que se tomará hasta después de la cumbre en Japón para decidir si da luz verde a la nueva ronda arancelaria de 300.000 millones de dólares.

“Tomaré esa decisión en las próximas dos semanas, probablemente justo después del G-20”, dijo Trump horas más tarde en Caen, durante una reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron.

Trump explicó que hablará con el presidente chino, Xi Jinping , durante la cumbre del 28 y el 29 de junio. “Veremos qué pasará”, agregó, sin más precisiones.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la escalada en las amenazas arancelarias estaba minando la confianza de las empresas y de los mercados, y que podría ralentizar el crecimiento mundial, que se espera que mejore el próximo año.

“Es de vital importancia que las tensiones con China se resuelvan rápido”, dijo el FMI en el informe anual de la economía de Estados Unidos. E insistió en que las medidas arancelarias son ineficaces para contener los déficits y serán perjudiciales tanto para la propia economía estadounidense como para la economía mundial.

El FMI fue claro en su advertencia de que las “tensiones comerciales son una amenaza para el pronóstico” de crecimiento. “Para que la economía global funcione bien, es necesario poder contar con un sistema más abierto, más estable y más transparente”, alertó el organismo financiero.

El Ministerio de Comercio de China dijo a su vez que Pekín tendría que adoptar las medidas necesarias para contrarrestar la escalada unilateral de Washington y que la presión de Estados Unidos causó serios retrocesos en las negociaciones.

La administración Trump, comprometida en una batalla comercial y tecnológica con Pekín, introdujo en marzo de 2018 aranceles adicionales sobre el acero y el aluminio chinos. Este shock hizo temblar los mercados del mundo y puso en alerta incluso a los socios tradicionales de Washington, como la Unión Europea (UE), también afectada por barreras arancelarias.

Luego, en etapas, Trump llegó a imponer aranceles del 25% sobre 250.000 millones de dólares de bienes adicionales chinos.

Quedan un poco más de 300.000 millones de dólares en importaciones chinas que también podrían estar sujetas a aranceles punitivos. Si Trump cumpliera su amenaza, todos los productos chinos importados por Estados Unidos tendrían aranceles adicionales.

Precisamente ayer el Departamento de Comercio reveló que el déficit comercial de Estados Unidos bajó en abril, una buena noticia desde el punto de vista de Trump, aunque el desequilibrio en el intercambio con China, donde están cifrados los mayores esfuerzos proteccionistas, aumentó, aunque todo sin contar los efectos de la batería arancelaria de mayo.

Fuente: Yahoo noticias